Cuando nos sumergimos durante horas en una piscina, o cuando pasamos un tiempo prolongado con las manos sumergidas en agua, nuestros dedos se arrugan automáticamente. Esto es algo increíblemente común que nos ha pasado a todos por lo menos unas 10 veces en la vida, sin embargo, pocas personas conocen la razón.
En este post te revelaré por qué se te arrugan los dedos cuando pasas mucho tiempo sumergido en el agua.
Hace muchos años, la gente solía pensar que los dedos se arrugaban porque el agua se adentraba dentro de la piel y la ablandaba de tal forma que creaba arrugas en la superficie de los dedos. No obstante, esto no es más que un mito equivocado. La explicación médica de este fenómeno contradice dicha creencia popular.
En realidad, lo que sucede es que, durante un prolongado contacto con el agua, los glóbulos de la sangre situados debajo de la piel se encogen en respuesta a un impulso procedente del sistema nervioso autónomo. Por eso, contrariamente a lo que se pudiese pensar, las yemas de los dedos no se hinchan, sino que se contraen, provocando así las famosas arrugas.
Además, de acuerdo con un equipo de científicos de la Universidad de Newcastle, situada en el norte de Inglaterra, nuestro organismo es increíblemente sabio y los dedos arrugados también forman parte de un mecanismo de adaptación del ser humano.
Cuando una persona está en contacto durante un tiempo prolongado con el agua, la piel de nuestros dedos se arruga para permitirnos coger mejor los objetos mojados. Según ellos, nuestro propio cuerpo se adapta a circunstancias y ambientes diferentes para evolucionar y propiciar la subsistencia en superficies húmedas.
Evidentemente este mecanismo de adaptación es automático y no provoca ningún daño en nuestra piel. Así que, la próxima vez que se te arruguen los dedos recuerda que es un mito falso el creer que el agua con la que estás en contacto está filtrándose por tu piel y te ablanda los dedos.
Soraya Andreina Pérez