(dpa) – Muchos temen hacer una gran inversión al construir porque piensan que tal vez, poco tiempo después, la vivienda ya pueda quedar anticuada. El temor no obedece tanto a razones estéticas, sino a aspectos tecnológicos y de sustentabilidad. Hoy en día muchas cosas están cambiando, y cambian cada vez más rápido, también en el área de la construcción.
¿Cómo se puede hacer para diseñar y construir una casa que esté a la altura de los desarrollos durante los próximos 20 años? Entrevistamos a Alexander Lyssoudis, miembro directivo de la Cámara de Ingenieros de la Construcción de Baviera, en el sur de Alemania.
Pregunta: ¿Qué debería tenerse en cuenta hoy para que una construcción no pierda validez en el futuro mediano?
Respuesta: Lo crucial son las cuestiones vinculadas al consumo energético. Es necesario prever cómo podrían integrarse sistemas energéticos alternativos en un futuro. Esto vale para las fuentes de electricidad como la solar, así como también para redes de calefacción descentralizadas. La alimentación de electricidad del futuro seguramente se obtendrá de pequeños centros de energía descentralizados o de proveedores que generan electricidad renovable que vuelcan a las redes. También puede que cada uno genere energía en su espacio.
Pregunta: ¿Qué significa eso en lo concreto para mi casa?
Respuesta: Aunque uno no vaya a incorporar ningún sistema de este tipo en lo inmediato, debería generar las condiciones para sumarlos en un futuro. Es importante, en particular, al pensar las conexiones, porque en algún momento será inevitable preguntarse: ¿Cuánto me costaría refaccionar todo el sistema para utilizar energías renovables?
Mi recomendación en líneas generales es la siguiente: si vamos a construir de cero, deberíamos tomar todos los recaudos que faciliten integrar en un futuro nuevos sistemas. Ejemplo: mejor colocar conductos al lado de la chimenea incluso aunque hoy no las vayamos a utilizar. Eso en el futuro nos ahorrará mucha energía, tiempo, nervios y dinero.
De todos modos, allanar el terreno hoy para hacer una instalación de un sistema de calefacción con energías renovables no sólo implica dejar instalados posibles conductos. También requiere de cierta planificación. Tomemos un ejemplo: un radiador trabaja con temperaturas de impulsión mayores, por lo cual no sería adecuado para un sistema que opera con energías renovables, que destacan precisamente por generar temperaturas menores. En este caso tiene más sentido instalar un suelo radiante en lugar de radiadores. De ese modo, la instalación estará preparada para eventuales cambios.
Pregunta: ¿Esto también es válido para la electrotécnica?
Respuesta: La casa y su sistema deberían estar en condiciones de procesar la energía autogenerada. La tecnología BUS es una opción bastante buena a la hora de regular y organizar variables a posteriori, por eso las construcciones actuales deberían estar al menos en condiciones de incorporar tecnología BUS, si no es ahora, después.
Pregunta: ¿Qué se necesita para eso? ¿Conductos vacíos para poder instalar cables en un futuro?
Respuesta: Los conductos son un punto débil de la electrotécnica. Si bien uno quisiera incorporarlos, pasar los cables por allí posteriormente suele ser un problema. En realidad lo mejor es pasar los cables desde un primer momento.
Lo decisivo de la tecnología BUS es que convierten cualquier casa en una casa inteligente. La tendencia de los desarrollos apunta a los dispositivos que saben, por sí solos, si pueden consumir energía en un determinado momento o no porque, por ejemplo, ahora no se está utilizando para cargar el móvil. La clave está en el «smart grid», que alude en principio a una red energética inteligente que además pone en red a todos los usuarios de una casa para evaluar la demanda en su conjunto y transportar las cantidades de energía necesarias por los canales correspondientes.
Pregunta: ¿El auto eléctrico será parte de esta instalación doméstica?
Respuesta: Sería una gran cosa aprovechar las posibilidades de almacenamiento que ofrece un coche combinándolo con una instalación de generación de energía fotovoltaica propia, pero eso sólo es posible cuando el sistema general de la casa lo permite y puede hacer la regulación correspondiente. Los circuitos deberían estar sobre le techo y en el garaje.
Pregunta: ¿Dónde no vale la pena exagerar, sobre todo si uno tiene un presupuesto limitado?
Respuesta: Hay decisiones que se toman exclusivamente por confort, por ejemplo, cuando se elige una instalación de calefacción que puede manejarse desde lejos. Eso es una elección lisa y llanamente por comodidad. Económicamente, no tiene mayor sentido.
Por Simone A. Mayer (dpa)
Foto: Frank Rumpenhorst/dpa-tmn