Berlín, 28 oct (dpa) – Los máximos directivos del Bayern Múnich, Karl-Heinz Rummenigge y Uli Hoeness, tienen recuerdos especiales del Bochum, pero ambos se muestran esperanzados de que el partido de segunda ronda de la Copa Alemana que deben jugar mañana sea menos épico que el duelo más famoso entre ambos clubes, disputado en 1976.
Ese año, el Bayern Múnich jugó un partido liguero frente al Bochum. Perdía por 4-0 en el minuto 53, pero acabó imponiéndose por 6-5. Rummenigge marcó el primer gol de los bávaros y Hoeness anotó dos goles, entre ellos el que supuso la victoria, en el minuto 89.
Rummenigge es ahora el presidente de la junta directiva y Hoeness el presidente de un Bayern Múnich que esta temporada todavía sigue sin convencer del todo, lejos del impresionante dominio de los últimos años, un bagaje que supone una enorme presión para el entrenador Niko Kovac.
El sábado, el Bayern Múnich se impuso por la mínima al recién ascendido Unión Berlín por 2-1 en la liga, contando una vez más con la efectividad de Robert Lewandowski. El polaco fue el autor del segundo gol y lleva anotando en 13 partidos consecutivos, contando todas las competiciones en que participa su club.
Si vuelve a marcar el martes frente al Bochum, Lewandowski se situaría a tan solo un partido del récord de 15 que consiguió Gerd Müller en la temporada 1969-70. Precisamente Müller también anotó dos goles en el épico partido de 1976 frente al Bochum.
Lewandowski marcó dos goles en el último duelo copero frente al Bochum, en una victoria 3-0 que alargó a 12 los partidos invictos de los bávaros frente a los renanos.
El Bochum es tercero por la cola en la clasificación de la segunda división alemana y sigue sin ganar en casa esta temporada, tras empatar sus cinco partidos jugados como local.
Una victoria convincente fuera de casa ayudaría al Múnich a ganar más confianza. El delantero Thomas Müller lo avanzó el sábado: «Tenemos que seguir avanzando partido a partido para poder recuperar la confianza en nosotros mismos. Creo que lo lograremos».
El club bávaro es el segundo clasificado de la Bundesliga, por detrás del Borussia Mönchengladbach, que el miércoles visita al Borussia Dortmund por segunda vez en 11 días y querrá resarcirse de la reciente derrota liguera por 1-0.
Al igual que el Bayern Múnich, el Dortmund está en apuros y el gol de la victoria de Marco Reus contra el Mönchengladbach es el único que ha marcado en los últimos tres partidos. La presión sobre el técnico Lucien Favre es cada vez mayor.
La buena noticia para el Dortmund es que el delantero Paco Alcácer regresó a los entrenamientos tras sufrir molestias en las pantorrillas, pero no está claro si podrá jugar.
«El miércoles lo intentaremos de nuevo», declaró el director deportivo del Dortmund Michael Zorc tras el empate liguero sin goles ante su eterno rival, el Schalke.
«Tenemos que mejorar. Por encima de todo, tenemos que conseguir que los elementos técnicos que nos faltan en este momento vuelvan a funcionar. Todo parece un caso de fatiga», añadió Zorc.
Por su parte, el Mönchengladbach se situó líder de la Bundesliga gracias al 4-2 obtenido el domingo contra el Eintracht Frankfurt. Su defensa Stefan Lainer declaró sobre el partido copero: «Tenemos que jugar mejor contra el Dortmund en la Copa que en la Liga, pero hubo muchos aspectos positivos a pesar de la derrota por 1-0».
Otros duelos de esta semana entre equipos de la primera división alemana en la Copa Alemana enfrentan al Friburgo contra el Unión Berlín, al Bayer Leverkusen frente al Paderborn y al Wolfsburgo ante el Leipzig.
Entre el resto de partidos, destaca el del Hamburgo y el Stuttgart, que juegan por segunda vez en cuatro días. El Hamburgo se impuso el sábado por 6-2, lo que le permitió asentarse al frente de la clasificación de la segunda división.
Otros dos partidos de esta semana enfrentan a clubes de diferentes categorías: el Saarbrücken al Colonia y el Verl al Holstein Kiel, todos de la segunda ronda de la Copa Alemana.
Por John Bagratuni (dpa)