Madrid, 26 mar (dpa) – Las selecciones de fútbol de España y Argentina apenas han cruzado sus destinos en torneos oficiales y sus antecedentes se cuentan por amistosos, en los que la albiceleste nunca llegó a imponerse como visitante teniendo al crack Lionel Messi entre sus filas.
El destino quiso que españoles y argentinos, que se verán las caras mañana en Madrid como último gran ensayo antes del Mundial de Rusia 2018, sólo cuenten con un lejano antecedente oficial como referencia al repasar su historial. Fue en Inglaterra 1966 y la albiceleste fue la vencedora por 2-1.
En el resto de ocasiones se vieron las caras en doce amistosos con un saldo muy repartido: cinco victorias para cada uno y dos empates. Messi participó en tres de ellos y su selección sólo pudo ganar en el que se disputó en terreno argentino con un contundente 4-1 en el que «La Pulga» abrió el marcador con una espectacular definición.
Los otros dos, disputados en España, se saldaron con victoria española por 2-1 en 2006 y 2009, con un tanto de penal de Messi en el segundo de ellos, disputado en el estadio Vicente Calderón de Madrid.
Será de nuevo la casa del Atlético de Madrid el escenario del duelo de mañana, aunque en este caso el nuevo Wanda Metropolitano, en el que el crack del Barcelona ya se estrenó con su equipo esta temporada con resultado de 1-1.
Un recinto para el que ya no quedan entradas y en el que todos los hinchas, locales y visitantes, estarán pendientes de la participación de Messi, cuyas molestias musculares la han puesto en duda en los días previos.
El propio delantero manifestó su ilusión por jugar el que es un encuentro especial para él en el que se enfrentará a algunos de sus compañeros de club como Gerard Piqué, Andrés Iniesta o Jordi Alba y además en el país en el que se hizo futbolista, donde gran parte de la afición lo tiene como ídolo por su papel en el Barcelona.
Sin embargo, el temor a una recaída en plena fase decisiva de la temporada y con el Mundial a la vuelta de la esquina harán que Messi no corra ningún tipo de riesgos, tal y como manifestó el propio seleccionador Jorge Sampaoli en la previa. «Si hubiera algún riesgo para él lo habría manifestado», dijo el técnico para aclarar las dudas.
Lo que está claro es que su presencia será un gran aliciente tanto para los muchos argentinos residentes en España que se acercarán al Wanda Metropolitano a alentar a su estrella como para todos los españoles, que lo adoran y le temen a partes iguales.
Y, aunque decíamos al comienzo que el destino hasta ahora sólo ha juntado una vez a estas dos selecciones en torneos oficiales, en Rusia 2018 podría darse la segunda nada más y nada menos que en cuartos de final: para ello tanto España como Argentina deberían ser primeros en sus grupos y salir victoriosos de los octavos de final.
Por Jorge Aldea (dpa)