¿A quién no le gusta disfrutar de sabores deliciosos en sus comidas? En México, la salsa guacamole es uno de los acompañantes claves de distintas recetas y realmente resulta cautivadora al paladar. Lo mejor es que es muy fácil de hacer y se puede trabajar tanto con una receta clásica como con alguna otra a la que se le ponga el toque especial.
La cocina mexicana tiene mucho por ofrecer al resto del mundo, ya que sus platos suelen estar cargados de sabor, variados y agradables. La salsa guacamole podría decirse que es su mayor orgullo y es reconocida y preparada alrededor de todo el mundo. En realidad, se trata de una preparación sencilla y sabrosa, por lo que cualquier persona podría prepararla.
Resulta un producto tan valioso que la salsa guacamole incluso puede conseguirse en supermercados, envasada, sin perder la calidad de su sabor. Una de las versiones más llamativas para los propios mexicanos es la que contiene picante, pues es un hecho que les gusta mucho que las comidas tengan ese toque interesante y cautivador.
En general, esta versión lista para consumir suele realizarse con una base de tomates verdes a la que se le añade aguacate, chiles, ajo, cebolla, cilantro y jugo de limón. Si se escoge bien la marca, se podría disfrutar de una salsa libre de conservantes, por lo que no solo será rica, sino también saludable.
Datos curiosos sobre la salsa guacamole
Se dice que esta salsa proviene de la cultura azteca, donde las personas preparaban una mezcla que tenía más o menos los mismos ingredientes a la que llamaban “ahuacamolli”. Como el ingrediente insustituible es el aguacate, el nombre hace referencia a su existencia dentro de la preparación.
La forma de consumirla está directamente relacionada con lo que cada quien desee, por que se puede usar como un dip clásico que se acompañe con nachos o tortillas, se puede trabajar como un topping para comidas más especiales como lo burritos, o también es posible utilizar como aderezo al momento de preparar sándwiches y wraps. La idea es que se amolde a los gustos e intereses de cada quien.
Recetas para preparar la salsa guacamole
Ahora vamos a ponernos manos a la obra con las recetas más recomendadas para hacer un guacamole que sea exquisito y cuyo proceso dure pocos minutos. Para ello hace falta contar con ingredientes como aguacates maduros, tomates maduros, cebolla, ajo, chile (en la cantidad necesaria según el gusto de cada quien), jugo de limón, cilantro fresco, sal y pimienta.
La preparación es bastante sencilla y consiste en tomar los aguacates, liberarlos de la cáscara y el hueso y después triturarlos con un tenedor hasta obtener una mezcla suave. Después, habrá que picar los tomates, la cebolla, el ajo y el chile en trozos finitos y agregar al aguacate incorporando bien.
Para finalizar, se exprime el zumo de limón porque además de aportar más sabor, ayuda a que el aguacate no se oxide. Para finalizar, se rectifica el sabor agregando sal y pimienta y cilantro fresco al gusto. Esta es la receta de guacamole clásico.
Para los más atrevidos, es posible trabajar con variantes creativas que también quedan exquisitas y son útiles para presentar un mismo plato de formas variadas. Una opción fresca y dulce se evidencia al incorporar pequeños trozos de mango y de fresa a la mezcla clásica.
Otra opción que se orienta más a lo salado es cambiarle un poco la contextura incorporando queso cottage, o también es posible con cualquier otro queso que se tenga disponible. A la hora de ser todavía más osados, una pequeña porción de piña picada finamente se convertirá en un aliado excelente.
La salsa guacamole es una opción simple, pero que a su vez trae consigo una explosión de sabores. Al ser tan versátil en la cocina, considerando incluso las posibilidades de modificar su sabor final, está más que claro que siempre será un éxito en cualquier mesa en la que se coloque.