Las empresas, con más de 50 trabajadores, deberán implementar un canal de denuncias. Se trata de una obligación a nivel europeo, como queda estipulado en la Directiva de la Unión Europea (UE) 2019/1937 aprobada en el Parlamento Europeo y en el Consejo Europeo, de 23 de octubre de 2019. Esta nueva normativa ya está en vigor desde el pasado 26 de noviembre de 2019.Las empresas que hasta la fecha aún no hayan implementado un canal de denuncias,deberán hacerlo con cierta urgencia: el plazo acaba el próximo 21 de diciembre de 2021.
A lo largo de las siguientes líneas, explicaremos en qué consiste esta medida y cómo muchas empresas están teniendo ciertas dificultades de adaptación a esta legislación, puesto que existen, como veremos, una serie de protocolos que requieren, a su vez, de una importante colaboración interna y un esfuerzo extra en materia de gestión de ese canal de denuncias.
Europa aprobó esta medida con el objetivo de garantizar las buenas prácticas y la transparencia como medidas de compliance y whistleblowing. Es decir, el canal de denuncias servirá, o ya sirve, como una herramienta que permitirá a los trabajadores , alertar a su propia compañía sobre malas prácticas o conductas que lleven a cabo otros trabajadores o terceras personas que tengan relación con la entidad. En consecuencia, una vez alertada de esta mala praxis, la empresa contará con un tiempo de investigación que puede acarrear sanciones.
Proceso de implementación
El canal de denuncias debe ser accesible para todos; debe garantizarse la confidencialidad y el anonimato del denunciante, evitando posibles represalias; debe ser revisado y gestionado de manera periódica; debe establecerse un régimen sancionador y disciplinario y se debe informar sobre cualquier gestión relacionada con el canal a los representantes de los trabajadores. Estas características exigen a las empresas implementar un departamento con conocimientos sobre la nueva normativa la normativa indica que se debe formar a los empleados sobre la existencia de este canal de denuncias, así como sobre su funcionamiento, objetivos y procesos siguientes a una posible denuncia.
Esta nueva legislación conlleva diferentes problemas a la hora de ponerlo en marcha dentro de las empresas, ya que conlleva una inversión de trabajo, de control (más si se subcontrata) y de información y gestión de las posibles denuncias. No es un proceso sencillo, porque además el canal de denuncias debe estar abierto a denuncias telefónicas, por correo electrónico o por escrito, entre otras opciones.
Desde la Unión Europea, en definitiva, se busca mejorar el funcionamiento de la empresa, facilitando canales de transparencia y garantizando un comportamiento ético de sus miembros.