(dpa) – A los caballos también les gusta tener algún sitio a la sombra. Necesitan lo mismo que una persona: mucho líquido y estar protegidos del sol. Y es que ellos sufren el calor y la irradiación igual que nosotros. Si no tienen suficiente sombra, pueden sufrir un golpe de calor o una insolación.
«Nos damos cuenta cuando el caballo comienza a temblar, a transpirar o cuando se recuesta», describe los síntomas Sabine Gosch, veterinaria alemana.
Si no hay modo de que le encontremos un sitio con sombra, deberíamos hacerlo entrar en el establo a primeras horas después del mediodía. Al menos allí no sufrirá tanto el impacto del calor.
Si, en cambio, se queda todo el día fuera, es fundamental que tenga suficiente líquido para beber. El agua debería ser cambiada todos los días. Muchos dejan una especia de tinaja llena de agua al aire libre, lo cual no es del todo recomendable porque tienta a no cambiar muy a menudo el agua. «Eso puede derivar rápidamente en la generación de algas», advierte la veterinaria, que recomienda colocar recipientes más pequeños que nos obliguen a limpiarlos y rellenarlos con mayor frecuencia.
Otro punto importante: los caballos también pueden padecer una insolación y una quemadura de sol fuerte, «sobre todo en zonas con poco pelo en la cabeza, por ejemplo alrededor de los ojos o en las narinas«, comenta Gosch. Los caballos de piel clara tienen mayor riesgo. El mejor modo de cuidarlos es comprar un protector de sol en la farmacia. Con eso estarán bien.
Eso sí: la primera vez que se lo aplicamos debemos estar atentos a posibles reacciones. Si le salen ronchas, es una reacción alérgica. En esos casos, mejor no aplicarle protector. «Yo a mí caballo prefiero protegerlo con una pomada de zinc, que también actúa como bloqueador solar», explica la especialista.
¿Y qué hay con la comida? Si sólo hay pastizales secos por todas partes, ¿debemos darles otra cosa? No, dice la veterinaria. «De hecho los pastizales que comen no deberían ser demasiado nutritivos, eso no es bueno para los caballos«, apunta. «Ellos tiene la necesidad de masticar, y eso es algo que pueden hacer muy bien aunque los pastizales estén secos.»
Foto: Benjamin Nolte/dpa-tmn