(dpa) – El bebé llora durante horas y nada ayuda: ni el chupete ni las caricias ni una canción. Después de múltiples y variados intentos por calmar a su vástago, los padres se angustian y se preguntan si está todo bien.
Aproximadamente uno de cada cinco bebés se ve afectado por los llamados trastornos de regulación y, por lo tanto, llora con una frecuencia inusual, especialmente por la tarde y en la primera mitad de la noche, explica la Asociación de Médicos Pediatras y Adolescentes de Alemania (BVKJ, por sus siglas en alemán).
Los especialistas hacen hincapié en que los padres de ningún modo deben sentir culpa por no poder calmar al niño. Advierten además, que bajo ninguna circunstancia hay que utilizar maniobras físicas o sacudir al bebé, ya que esto puede conducir a lesiones graves y en el peor de los casos incluso ser fatal.
Llevar un diario del llanto del bebé
A veces los padres evalúan mal el tiempo y la cantidad de veces que llora su hijo. Por eso, la asociación aconseja anotar cada vez que el bebé llora. Si llora y grita durante varios días sin calmarse, los padres deberán consultar al pediatra, que evaluará el estado de salud del pequeño. En la mayoría de los casos, sin embargo, el llanto no reviste gravedad y se trata de molestias normales de los lactantes, subrayan los expertos.
Si el bebé sufre flatulencias recurrentes ayuda realizar suavemente los movimientos de la bicicleta con sus piernas, como si estuviera pedaleando.
Puede haber varios disparadores
Según los expertos, las causas de los ataques de llanto aún no se han esclarecido de forma concluyente. Entre los posibles factores se incluyen un sistema digestivo y nervioso aún en desarrollo, intolerancias alimentarias, pero también hipersensibilidad o sobreestimulación.
Un bebé llorón es aquel que se queja más de tres horas al menos tres días a la semana por razones inexplicables y es difícil de calmar. Estos ataques suelen comenzar alrededor de las dos semanas y disminuyen a los tres meses.