Kiev, 11 dic (dpa) – El Shakhtar Donetsk lleva sin jugar un partido en su estadio desde hace cuatro años y mañana recibirá al Olympique de Lyon en un partido clave en Kiev, una ciudad «nueva» para el equipo ucraniano.
El campeón de la UEFA en 2009 se vio obligado a dejar su Donbass Arena en 2014 debido al conflicto entre Rusia y Ucrania. La ciudad de Donetsk, una de las sedes de la Eurocopa 2012, está controlada por los separatistas prorrusos.
Primero empezaron a jugar en Leópolis, a más de 1.000 kilómetros de distancia y atrayendo a pocos aficionados, y después, en 2017, se «mudaron» a Járkov. En esa ciudad, a 300 kilómetros de Donetsk, el ambiente mejoró.
Pero las autoridades impusieron recientemente la ley marcial en varias regiones de Ucrania por el conflicto, también en Járkov. Así, la UEFA cambió de sede el partido de mañana entre el Shakhtar y el Lyon, que se celebrará en el Estadio Olímpico de la capital.
El duelo es decisivo para los dos equipos: sólo uno de ellos se clasificará a los octavos de final de la Champions. Al Lyon le vale un empate, mientras que el Shakhtar necesita ganar.
El entrenador del Shakhtar, Paulo Fonseca, indicó el viernes que la vida no ha cambiado con la ley marcial y aseguró que tiene sentimientos encontrados sobre el nuevo cambio de sede.
«Estábamos muy bien en Járkov, sobre todo en los partidos de la Liga de Campeones, cuando los hinchas llenaban el estadio y nos animaban todo el rato. Eso es muy importante», señaló.
«En Kiev no vamos a tener tantos aficionados como en Járkov, pero eso no será una excusa para el futuro».
El Estadio Olímpico de Kiev, a más de 700 kilómetros de Donetsk, tiene una capacidad para 70.000 espectadores.