Cuando parece que atrás quedaron los años de la crisis, que ha durado más de una década y que aún sigue sin terminar de alejar su sombra, la sociedad ha sabido reinventar sus necesidades y acoplar presupuestos a la renovación de sus viviendas.
Tanto es así, que las cifras hablan de un crecimiento de la compra de materiales de entre el 1 y 2% de la facturación del año anterior según los datos de la Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos, es decir, hasta 3590 millones de euros de facturación de los que, domésticos, pasarían a ser 880 millones y su crecimiento rondaría el 7%.
Aunque las cifras de ventas de inmuebles parecen ir repuntando, sobre todo en las grandes capitales, no todas las familias se atreven a volver a endeudarse para hacerse con una vivienda más grande, más moderna o más funcional.
Sin embargo, los españoles han encontrado un gran aliado: la reforma. Darle una nueva oportunidad a los metros, reorganizar incluso los tabiques y aportar esos acabados que ahora están tan de actualidad y que se basan en un catálogo de azulejos, revestimientos y pavimentos que sirven para crear proyectos únicos y personalizados.
¿Cómo renovar la cocina?
La cocina es una de las estancias que necesita un suelo y paredes más resistentes. Allí se pasa tiempo en familia, se cocina, y eso conlleva vapores, grasas y algunas salpicaduras.
Para renovar los armarios, a veces solo basta con echarle imaginación, arriesgar con un color y pintar. Eso aparte de ahorrar dinero, consigue mejorar su aspecto y limpiar visualmente los espacios. Buscar a juego el azulejo o ese que contraste y llame la atención puede ser la clave para que la nueva decoración triunfe.
Elegir los azulejos para cocinas que mejor casen con el espacio, pero también que permitan que, visualmente, se modernice, suele ser una de las primeras exigencias. Sin embargo, hay que pensar también en ese tipo de material capaz de limpiarse fácilmente, que no sea poroso y que tenga esa personalidad que necesita un espacio entre fogones.
Cambiar el suelo es otro de los grandes dilemas. Actualmente, gracias a los nuevos materiales como el gres cerámico, las posibilidades han aumentado considerablemente, al igual que sus acabados.
¿Qué usar en los suelos?
Muchos se preguntan qué es el gres cerámico del que todos hablan. Apostar por los nuevos pavimentos laminados cerámicos, con dibujos que llamen la atención si la parte superior de la cocina queda en colores más neutros o incluso con acabados, como los que ofrece el gres cerámico, en imitación de madera puede ser el mejor de los aciertos.
Válido para interiores y exteriores por su capacidad de adaptación a temperaturas, existen gracias a las impresiones digitales estampados que seguro que se ajustan al gusto de cada persona.
Con textura lisa o rugosa, ya dependiendo de la elección de cada cliente, la versatilidad de este material para zonas de paso o zonas que necesitan estar continuamente fregadas – sobre todo pensando en baños y cocinas – es total gracias a la poca absorción de agua de sus losetas.
De hecho, los creadores de tendencia van subiendo del suelo a las paredes este material para algunos de los paños continuos visualmente.