El cangrejo de río americano (Procambarus clarkii), nativo del sur de los EE UU y del noreste de México, está entre las diez especies invasoras que causan más daños ecológicos y económicos a escala mundial. En los ríos de la península ibérica su población ha proliferado desde su introducción en los años 70.
Un nuevo estudio liderado por la Universidad de Lisboa (Portugal) revela que esta especie de cangrejo adopta una dieta más herbívora con el aumento de la temperatura del agua. Esta es una especie clave en las cadenas tróficas y, dado que las proyecciones climáticas indican que las olas de calor se harán cada vez más frecuentes, intensas y largas a lo largo de este siglo, el aumento de su dieta vegetal puede cambiar sus impactos ecológicos y económicos en el futuro.
Esta especie es omnívora, se alimenta tanto de plantas acuáticas como de moluscos, insectos e incluso algunos peces
«Las olas de calor provocaron un aumento de su herbivoria, particularmente elevado en los cangrejos juveniles, que son por naturaleza más carnívoros que los adultos. Así, se prevé que el cambio climático alterará significativamente la naturaleza de su impacto en los ecosistemas: disminuirá la depredación sobre insectos y otros animales acuáticos, y aumentará su impacto en la vegetación acuática y los arrozales «, explica Bruno Carreira, primer autor del estudio que publica la revista PLoS ONE e investigador del Centro de Ecología, Evolución y Alteraciones Ambientales de la Universidad de Lisboa.
Esta especie es omnívora, se alimenta tanto de plantas acuáticas como de moluscos, insectos e incluso algunos peces. Además de ser responsable de extinciones regionales y globales de especies por todo el mundo, también es responsable de la degradación de los hábitats que invade. En Portugal, por ejemplo, ya está presente en la mayor parte de cuencas fluviales de todo el país y mantiene grandes poblaciones en los arrozales.
“Prácticamente todos los arrozales del país tienen poblaciones establecidas de cangrejo americano. En estos cultivos, la época de crecimiento de los juveniles de cangrejo coincide con la época de crecimiento de la planta de arroz. Una mayor tendencia a la herbivoria podría incrementar el consumo de la planta y los impactos económicos de este crutáceo», concluye Rui Rebelo, coordinador del proyecto e investigador de la Universidad de Lisboa.
Olas de calor muy largas los perjudican
Para evaluar la dieta y el crecimiento de esta especie, los investigadores simularon olas de calor de corta y larga duración en el laboratorio, a las que expusieron ejemplares juveniles y adultos alimentados con una dieta animal, vegetal o mixta.
“Nuestros resultados muestran también efectos negativos con largas olas de calor en el crecimiento y la condición física de los animales. Aunque inesperado, este resultado sugiere que se pueden haber adaptado a nuestro clima desde su invasión, que comenzó en 1979″, explica Carreira.
Otro trabajo reciente de este investigador, en colaboración con científicos del Centro de Estudios Forestales del Instituto Superior de Agronomía y con el departamento de Ecología Animal de la Universidad de Uppsala (Suecia), ya había anticipado a finales de 2016 resultados similares.
En este caso, se demostró que las olas de calor aumentaban la herbivoria de las larvas de algunas especies nativas de rana y se advertía que podría suceder lo mismo en otros grupos animales.
SINC