ESTAMBUL/AMMÁN (dpa) – Los ulemas en Arabia Saudí ya tienen el argumentario listo para hacer frente a las mujeres que luchan en el reino árabe a favor de que se les permita conducir: existen estudios -dicen- que han demostrado que ponerse al volante podría perjudicar los ovarios y la pelvis. La consecuencia de ello: problemas a la hora de tener hijos, según citó recientemente el portal de noticias «Sabq» al jeque Sale bi Saad al Lulahidan.
Este país conservador, donde el Islam se sigue de forma estricta, es el único en el mundo donde no se permite a las mujeres manejar. Es por ello que las activistas han iniciado una campaña que busca mayor libertad de movimiento a las mujeres. El 26 de octubre las mujeres se opondrán a esta restricción sentándose al volante. De esta forma se arriesgan a que la policía religiosa las detenga, algo que ya ha ocurrido repetidamente en el pasado.
Hasta la fecha, la casa real ha sido reticente a dejar a las mujeres conducir. En 2007, el rey Abdullah todavía destacaba que la prohibición contaba con un «consenso social». El Estado imponía así sólo «la voluntad de las personas», dijo. Sin embargo las organizadoras de la campaña contra la prohibición de conducir confían en que ahora se pueda volver a reconsiderar el tema y aseguran que con su movilización tan sólo quieren indicar que la voluntad de las personas en Arabia Saudí ha cambiado.
La activista, bloguera y coiniciadora de la acción, Eman al Nafyan, dijo a dpa en entrevista telefónica: «Vivimos en una época en la que las mujeres son ministras, diputadas o profesoras». Y subraya: «Es vergonzoso que tengamos que protestar e infringir la ley para que a la mitad de la población de Arabia Saudí se le conceda un derecho fundamental.
Desde que comenzó la campaña el 20 de septiembre, más de 20.000 personas de todo tipo de edad la han apoyado en Internet. «Hay gente mayor, jóvenes, pobres, hombres y mujeres», asegura la doctora Hala Dossari desde la ciudad de Yidda. «No se trata de un movimiento más de mujeres, sino de un movimiento saudí».
Hace más de 20 años también hubo un intento de eliminar la prohibición de conducir. En noviembre de 1990, 46 mujeres comenzaron a conducir para llamar la atención a nivel internacional, pero no hicieron cambiar a la opinión pública del país.
Pero ahora Arabia Saudí ya está abierta al cambio, afirma convencida Fawsiya al Bakr. Esta profesora universitaria fue una de aquellas mujeres que se saltaron la prohibición de conducir y fue detenida. «Hay una nueva generación que ha crecido con internet y está acostumbrada a ver a mujeres en puestos clave», agrega.
El ingeniero Mohammed al Hamad, de 25 años, forma parte de esta generación. Apoya la campaña y vota a favor de la profesora. «Hay más de 50 países islámicos en los que se permite a las mujeres conducir y eso no molesta a sus respectivas sociedades», agrega.
También en política ya hubo un avance. Varias diputadas presentaron en el Consejo de la Sura una propuesta para que se debata la prohibición de conducir. Desde comienzos de año hay mujeres en este órgano consultivo que cuenta con 150 miembros.
A pesar de las muchas voces a favor de la campaña, las organizadoras se están topando con obstáculos. Acusan a las autoridades de haber bloqueado las conexiones de internet y de teléfono e incluso se han producido amenazas a las familias de algunas activistas.
Pero la profesora de la universidad Rey Saud Asisa Al Yusef, que en 2011 fue noticia por haber salido a pasear con su familia en coche, se muestra optimista. Entonces dijo: El fin de la prohibición de conducir es inevitable. «Legal o ilegal somos mujeres en el camino hacia una mayor justicia».
Por Taylor Luck