Una de las grandes ambiciones de las personas es tener buena salud, especialmente cuando la condición de salud afecta directamente su estética. Son muchas las afecciones de este tipo, pero de entre todas resaltan, sin dudas, las afecciones dentales.
Los dientes son una parte importantísima de la vida y, sin que nadie lo advierta, se gastan sumas importantes de dinero y se consume una porción importante del tiempo en garantizar un buen estado y apariencia de nuestros dientes.
El gran temor que suelen tener las personas en relación a su salud dental es perder un diente, en especial cuando se trata de la zona delantera de la boca, que es más evidente. Además de las caries, hay una gran cantidad de otros factores que contribuyen al deterioro de los dientes y una manera excelente de prevenir esto es haciendo uso de una corona dental.
¿Qué es una corona dental?
Se trata de una capa hecha de distintos materiales con la cual se recubre el diente, que se adapta a la forma y color del mismo. Las hay de muchos tipos y variedades, según el gusto o bolsillo del paciente, por lo que no debe ser objeto de preocupación la inversión monetaria.
Precisamente porque se sabe que uno de los problemas para muchos gravita en los recursos económicos, hay muchos tipos de coronas dentales; desde metálicas hasta de materiales más amigables, para garantizar la durabilidad de los dientes.
¿Para qué se usa una corona dental?
Las coronas dentales se utilizan para fines estéticos en casos en los que el diente tiene un aspecto muy deteriorado, pues al recubrirlo la corona hace el papel de “máscara”, dándole un aspecto más natural y protegiéndolo. Asimismo, se usan también para tapar y resguardar un diente picado.
En temas más complejos, las coronas son necesarias durante la realización de los puentes dentales, ya que ellas son las que aguantan el puente si no hay muelas alrededor. A continuación, una guía más detallada de algunos tipos de coronas y sus costes.
Corona de porcelana y cerámica
El precio corona dental varía dependiendo del material del que estén hechas más que por una diferencia en el procedimiento de implantación. Una de las opciones más usadas, por su accesibilidad económica y su durabilidad, son las de porcelana y cerámica.
La razón salta a la vista, puesto que estos materiales se adaptan con mayor facilidad y sus colores se corresponden con los de los dientes naturales. Por su practicidad, el precio suele oscilar los 120 euros.
Corona de resina
Lasfundas dentales de resina son las más económicas, pero se advierte de manera prioritaria y en alerta: este tipo de fundas son extremadamente frágiles y suelen ocasionar problemas en el cliente y en la clínica. De hecho, por su poca practicidad son escasamente fabricadas, ya que se recomienda prácticamente de cualquier otro tipo.
La razón es que la resina es un material poco duradero y poco resistente, con tendencia a quebrarse y fracturarse. En todo caso, se pueden usar provisionalmente mientras se fabrica la funda de cerámica o de otro material.
Corona de zirconio
El zirconio es uno de los materiales más utilizados en odontología, debido a su facilidad de adaptación y semejanza al color dental. Es absolutamente biocompatible y muy recomendado.
A pesar de todo, es un material poco resistente que nunca -o casi nunca- se recomienda utilizar para las muelas. Por su gracilidad estética es recomendable para los dientes delanteros, que lucirán una cobertura totalmente adaptada. Su precio es de 450 euros.
Corona metálica
Se trata del tipo de corona dental menos recomendado, y sólo se usa para casos muy puntuales o en clientes que lo demandan explícitamente. Son coronas dentales hechas de aleación de metales, como el platino y níquel, u oro.
Como punto a favor, los metales son muy resistentes y adaptables, por lo que estas coronas duran toda una vida. Como punto en contra, son muy poco estéticas, especialmente si están en la parte delantera de la mandíbula.
Otras utilidades de las coronas metálicas es combinarlas con las de cerámica, si el diente está muy dañado. Consiste en aplicar el metal en la parte más interior del diente, para darle fortaleza, y recubrir las partes externas con una corona de cerámica, de modo que se disimula más estéticamente la corona.
Asimismo, la corona metálica puede usarse en niños cuyos dientes de leche se hayan deteriorado mucho, sólo en caso de haber repasado y descartado una gran cantidad de alternativas previamente.