(dpa) – El contacto corporal no sólo es muy valioso para las relaciones entre padres e hijos, sino también entre el perro y su dueño.
«Las feromonas que se liberan al acariciar o abrazar a los perros fortalecen el vínculo entre los animales y las personas», explica Daniela Schrudde, veterinaria de la Sociedad Mundial para el Bienestar de los Animales en Berlín.
Esto también puede incluir el babeo. A menudo los perros se comunican lamiéndose entre sí, muchas veces como una manera de apaciguar.
Las personas deben tener cuidado con la saliva de los perros en el caso de presentar una herida abierta, sobre todo aquellas que tienen el sistema inmunológico comprometido.
«La saliva del perro puede ser transmisora de gérmenes», advierte Schrudde.
«Por otra parte, un verdadero campo de acción para las bacterias anaeróbicas es sobre todo el sarro del perro», destaca la veterinaria.
Las bacterias que se alojan allí pueden ser peligrosas. «Si se encuentran con una herida abierta, pueden entrar rápidamente en el torrente sanguíneo», alerta la experta.
Sin embargo, según Schrudde, las personas inmunodeprimidas están expuestas a peligros cotidianos incluso sin estar en contacto con animales.
«Una astilla sería suficiente. Si esto no se toma en serio puede desencadenar un envenenamiento de la sangre y un posterior fallo de órganos», apunta la veterinaria.