Hoy en día, muchísimas personas alrededor del mundo consumen bebidas energéticas para mantenerse activos durante más tiempo y aumentar su rendimiento. Aunque a simple vista los beneficios de este tipo de bebidas parecieran ser positivos, lo cierto es que consumir bebidas energéticas, sobre todo de manera excesiva, puede provocar una serie de efectos secundarios que son totalmente adversos para el organismo.
Entre los efectos colaterales que pueden producir las bebidas energéticas, destacan principalmente los siguientes:
Exceso de cafeína y su repercusión: Las bebidas energéticas contienen alrededor de 75 a 200 miligramos de cafeína por porción. Esto es más del doble de los 34 miligramos de cafeína en un refresco carbonatado. Además, algunas bebidas energéticas también contienen aditivos como guaraná, que contienen cuatro veces la cantidad de cafeína que tienen los granos de café. El consumo excesivo de cafeína puede conducir a efectos negativos para la salud tales como náuseas, alteraciones del sueño, problemas cardiovasculares y nerviosismo. El aumento en el consumo de cafeína también puede conducir a dolor de cabeza, micción frecuente, nerviosismo y dificultad en la concentración.
Complicaciones médicas: Los ingredientes no regulados en las bebidas energéticas pueden causar serios problemas de salud para personas que sufren de convulsiones, anomalías cardíacas, trastornos del humor y del comportamiento.
Caída de dientes y aumento de peso: Las grandes cantidades de azúcar presentes en las bebidas energéticas pueden causar decadencia dental. También puede conducir al aumento de peso y la obesidad.
Pérdida de densidad ósea: El consumo excesivo de bebidas energéticas puede causar pérdida de densidad mineral ósea. Muchos estudios sugieren que la cafeína presente en las bebidas energéticas puede interferir con la absorción de calcio en el cuerpo, lo que lleva a los huesos débiles.
Soraya Andreina Pérez