Quetzaltepeque (Guatemala), 19 mar (EFE).- La reina Sofía de España viajó hoy a la región Chortí, la zona más pobre de Guatemala, para comprobar sobre el terreno cómo la cooperación española se traduce en proyectos solidarios para los colectivos más desfavorecidos, como niños desnutridos o discapacitados, madres y familias sin recursos.
Desde la capital guatemalteca la reina viajó en helicóptero acompañada de la primera dama guatemalteca, Rosa Leal, y de su hija Lisette, para visitar un centro de la Asociación Paz y Bien, fundada en 1979 en Sevilla por el fraile capuchino español Rafael del Pozo para atender a niños con discapacidad.
Las instalaciones, inauguradas en 2007, están ubicadas en el municipio de Quetzaltepeque, en el llamado «corredor seco» de Guatemala, al oriente del país.
Se trata de un área castigada por las sequías donde son mayores las ya de por sí altas cifras de desnutrición infantil, problema que afecta a la mitad de los niños menores de cinco años.
La reina española recorrió las instalaciones donde viven los 27 niños con discapacidad atendidos por la institución, guiada por el capuchino.
Ayudados por monitores y sanitarios profesionales, no solamente se encarga de los pequeños, también presta un servicio de atención a la mujer campesina, tiene un comedor escolar, un programa de becas para niños con gran discapacidad, otro de alimentos para madres y familias en situación muy precaria, así como para niños desnutridos.
«Algunos de ellos estarían ya muertos si nosotros no los hubiésemos sacado de las aldeas», declaró el fraile a los periodistas momentos antes de que llegara la reina.
Para el fundador de Paz y Bien, el más destacado es el programa maternoinfantil de lucha contra la desnutrición para madres lactantes, otra manera de afrontar las deficiencias que padecen los niños de esta zona deprimida por falta de alimentación adecuada.
El interés de la reina Sofía por su labor supone, añadió fray Rafael del Pozo, «una alegría para mí y para esta tierra tan linda, tan pobre pero tan digna y tan honrada como es la gente de aquí».
Su acogida fue calurosa y emotiva, especialmente el encuentro con los niños discapacitados, que no pararon de sonreír y aplaudir a su visitante, sentados alrededor de una gran mesa donde trabajaban en manualidades.
La expectación por la visita era patente con gestos como el de una niña llamada Sofía, de 13 años, que vive cerca del centro y que se acercó al lugar para explicarle que debía su nombre a la admiración que sentía su madre por la reina española.
Incluso consiguió que le firmara un autógrafo en un papel donde la Reina escribió: «Para Sofía de Sofía, con mucho cariño», y que aseguró que enmarcará para no perderlo nunca.
Los talleres, el área clínica y odontológica, sus aulas, cocinas comedor, farmacia y toda su actividad es posible gracias a la contribución de diversas entidades españolas, desde ONG como Manos Unidas, hasta la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y varias instituciones andaluzas.
Los donantes de Andalucía comprometieron en 2010 un total de 2.325.000 euros y la AECID aportó 175.000 euros, permitiendo así dar atención médica a 2.325 niños y madres y promover un programa sanitario en varios municipios que suman más de 100.000 habitantes.
Tras conocer la labor de Paz y Bien, la Reina Sofía se desplaza hoy a otro municipio de la misma zona para visitar una cooperativa dedicada a la comercialización de fríjol, también financiada por España.
La Reina llegó el lunes pasado a Guatemala, donde permanecerá hasta el próximo viernes y hoy es su segundo día con actividades de agenda.
Antonio del Rey