Gijón, 7 feb (EFE).- La Policía Nacional ha descartado la presencia en Gijón de un grupo criminal dedicado al secuestro de menores y ha afirmado que se trata de un bulo difundido en Internet que ha generado gran alarma social entre la ciudadanía.
En las últimas semanas se habían difundido a través de las redes sociales y mensajería instantánea informaciones sobre la presencia de varias personas que iban a bordo de un vehículo y que estaban intentando llevarse a niños para «traficar con sus órganos», ha informado la Comisaría de Gijón.
Según los agentes, estos mensajes se propagaron tanto por móviles de jóvenes como por los de adultos que a su vez los compartían obrando de buena fe y pensando que estaban colaborando con la Policía.
Daban la impresión de ser verídicos al aportar datos concretos del color, matrícula, modelo del «vehículo buscado» y foto de los supuestos raptores, generando de este modo un temor innecesario en la población.
Estas informaciones extendidas por toda la ciudad provocaron un aluvión de llamadas a los teléfonos de emergencias de la comisaría de Gijón.
Para paliar esta sensación de inseguridad, desde la Policía Nacional se lanzaron mensajes de calma y prudencia y se realizaron encuentros con la comunidad educativa para transmitir un mensaje de tranquilidad a todos los escolares y solicitar que no se hicieran eco de los bulos que circulaban por las redes sociales sin comprobar antes su autenticidad.
De forma paralela, los investigadores constataron que las llamadas recibidas por supuestos intentos de rapto eran falsas.
El día 1 de enero y a través de un perfil social, un familiar comunicó el intento de secuestro de un niño de 11 años, cuyos padres aseguraron que su hijo no había sido víctima de ningún hecho delictivo y que todo era una confusión.
Tres días más tarde, se recibió la llamada de un padre que alertaba del intento de rapto de su hijo de 13 años cuando circulaba en bicicleta.
En comisaría el menor manifestó que se lo había inventado todo para desviar la atención de sus padres sobre una pelea que había tenido con un compañero.
Se comprobó también que el 31 de enero, una niña de nueve años se había asustado sin motivo por la presencia de una furgoneta blanca en las inmediaciones de un parque, a pesar de que sus ocupantes no se dirigieron a ella, ni intentaron tampoco meterla en el interior.
Tras realizar todas estas gestiones para el esclarecimiento de los hechos, se pudo comprobar que los niños estaban sugestionados con los envíos propagados y que los datos que aportaron sobre sus captores y el vehículo utilizado eran, en todos los casos, idénticos a los que circulaban por la red.
Así, Gijón ha sufrido el mismo caso que anteriormente había sucedido en Valladolid, Alcantarilla, Navarra, Lucena o Callosa, donde también se había difundido idéntico bulo, ha asegurado la Policía Nacional.