Asunción, 20 feb (EFE).- El presidente paraguayo, Horacio Cartes, ha añadido una nueva frase a su lista de deslices oratorios al invitar a empresarios brasileños a que «usen y abusen» de su país, una expresión que ha causado una oleada de protestas en las redes sociales y la prensa.
Su declaración ha abierto un debate sobre lo que quiso decir y si realmente piensa que los inversores pueden hacer lo que quieran en Paraguay.
Inevitablemente se han recordado otras expresiones infelices de Cartes, como cuando indicó a empresarios uruguayos que «Paraguay tiene que ser esa mujer linda, tiene que ser un país fácil» o cuando señaló en una entrevista que se «pegaría un tiro en las bolas» si su hijo fuera homosexual.
El ministro de Industria y Comercio, Gustavo Leite, terció en la discusión pidiendo poner las cosas en contexto respecto a la invitación a usar y abusar de Paraguay.
«A veces dice cosas que a lo mejor no quiso decir, pero yo creo que la gente que estuvo en la sala se dio cuenta de que el presidente tiene un alto patriotismo», manifestó.
Lourdes Aquino, profesora de comunicación de la Universidad Católica de Asunción, destacó que los paraguayos son un pueblo hospitalario y que con esa expresión Cartes quiso recalcar a los empresarios que son bienvenidos en el país, pero le salió mal.
Aquino dijo a Efe que el presidente rompió una de las reglas de la comunicación pública, que es «asegurarse de que si se hace un chiste, éste sea chistoso».
La expresión hirió sensibilidades especialmente por el rencor solapado en la sociedad paraguaya respecto a Brasil desde la guerra de la Triple Alianza, que le enfrentó a su vecino gigante aliado con Uruguay y Argentina, y que le acarreó un desastre demográfico y territorial.
El martes, los principales diarios de Paraguay publicaron editoriales criticando a Cartes, mientras que las redes sociales se llenaron de mensajes como «vendepatrias» y «bofetada» al país.
«Es una expresión que no está acorde con el cargo, ni lo que es nuestro país, no está para ser usado y abusado», dijo a Efe la presidenta de la Academia Paraguaya de la Lengua, Renée Ferrer.
La declaración ha dado munición también a la oposición. «Significa una actitud de entreguismo del mandatario y corresponde a una línea política neoliberal», dijo a Efe el senador Sixto Pereira, del izquierdista Frente Guasú.
Cartes, que es dueño de uno de los mayores grupos empresariales de Paraguay, entró en el Partido Colorado en 2009 para ser candidato presidencial y anteriormente ni siquiera había votado, como reconoció él mismo.
Aquino achaca sus lapsus a falta de preparación. «Jamás se imaginó que algún día iba a estar delante de todo un pueblo», dijo.
Cuando improvisa, el mandatario a menudo comienza frases y no las termina o comete errores gramaticales. Además, ha demostrado ponerse nervioso ante preguntas incómodas de la prensa, con la que habla mucho menos que sus antecesores.
Interrogado la semana pasada por la contratación como funcionario público sin que medie concurso público de Raúl Sánchez, hijo de un líder regional de su partido, Cartes dijo que «Raulito» era amigo suyo y se quejó de que la prensa se preocupe por «una cosita así».
Y a un periodista que le interrogó sobre su supuesta intención de designar al nieto del difunto dictador Alfredo Stroessner como embajador ante la ONU, le respondió: «¿Qué tenés con Alfredo Stroessner? ¿Te sacó la novia, o qué?»
Aquino cree que los resbalones lingüísticos de Cartes son parte de un problema mayor de comunicación en el seno del Gobierno.
Puso como ejemplo la reciente polémica por la autorización de reanudar la caza del lagarto conocido en Paraguay como teju guasu (Tupinambis) sin una explicación clara del motivo.
Algunos medios de prensa hablaron de «matanza» y «carnicería», mientras que en las redes sociales se denunciaban oscuros intereses mercantiles detrás del permiso de caza.
En realidad, ese lagarto no está en peligro de extinción y su población puede rondar los 20 millones de ejemplares solo en Paraguay, según el grupo ecologista World Wildlife Fund (WWF).
En lugar de explicar la decisión al público, Cartes pidió a la Secretaria del Ambiente que diera marcha atrás. El mandatario tampoco ha aclarado lo que quiso decir a los empresarios brasileños.
César Muñoz Acebes