Londres, 18 sep (dpa) – En la Newton Street, en el centro de Mánchester, hay un cartel gigante en azul celeste. Es tan grande que está compuesto de varias piezas. Aparece Josep Guardiola, el técnico del Manchester City. «Aquí les cuento la verdad», se lee. El rótulo promueve una serie documental sobre la conquista de la última Premier League que se llama «All or Nothing». Todo o nada.
El City de Guardiola arrasó en la Liga inglesa la temporada pasada con 100 puntos y 32 victorias en 38 jornadas. Pero igual de cierto es que el equipo fue eliminado en la FA Cup por un club de la tercera división y que también se quedó con las manos vacías en la Liga de Campeones al caer por un global de 5-1 con el Liverpool.
La Champions League era y es la gran obsesión de los dueños del City. Por eso, la eliminación en octavos en 2017 y el adiós en los cuartos de 2018 colocan a Guardiola bajo una gran presión en su tercera temporada al frente de los «skyblues».
El camino arranca mañana en casa ante el Olympique de Lyon, en un Grupo F que también comparte con el Hoffenheim alemán y con el Shakhtar Donetsk ucraniano.
Las esperanzas son enormes. Tanto, que muchas casa de apuestas dan le como gran favorito pese a que el club nunca superó la ronda de semifinales en la Champions.
«Eso no importa», señaló el propio Guardiola el fin de semana tras el triunfo de 3-0 sobre el Fulham. «Lo que importa es que ganemos en la cancha, el resto no me importa nada», añadió el técnico, que se mostró «emocionado» y «con poca presión».
Pero eso de «poca presión» supone subestimar de los deseos de club y afición. Saben que tienen posiblemente al mejor entrenador del mundo y quieren la Champions.
El técnico de 47 años ganó la Liga de Campeones con el Barcelona en 2009 y repitió éxito en 2011. Pero desde entonces no logró ni siquiera volver a la final: en 2014 perdió en semifinales con el Real Madrid, al año siguiente cayó con el Barcelona en la misma instancia y en 2016 tropezó de nuevo en la ronda de los cuatro mejores con el Atlético. Los números no mejoraron tampoco a su llegada a Inglaterra
«En la Champions League bastan diez minutos malos o una mala decisión y ya no la puedes ganar», indicó recientemente Guardiola al diario «The Daily Mail». «Pero creo que tarde o temprano todo cuadrará».
De lo que no quiere hablar Guardiola es del rol de favorito de su equipo. «No tuvimos un año notable en la Liga de Campeones», razonó. «La fase de grupos la solventamos bien y después llegamos bien a los cuartos de final contra el Liverpool. Pero eso no juega ningún papel. Lo que cuenta al final es el resultado».
En el partido de vuelta con el Liverpool, además, Guardiola fue expulsado, por lo que mañana no podrá sentarse en el banquillo del Etihad Stadium para dirigir a los suyos.
Su lugar lo ocupará el español Mikel Arteta, ex centrocampista del Arsenal y que se unió al equipo técnico del City con la llegada de Guardiola.
«Estoy aquí y lo haré lo mejor que pueda para que no se note su ausencia. El resto sigue igual», comentó hoy Arteta en la rueda de prensa previa al choque. «Ganar la Liga de Campeones es el objetivo. Tenemos una plantilla joven, han ganado experiencia y nos sentimos más preparados que en los dos anteriores años».
Por Philip Dethlefs (dpa)