San Juan, 29 sep (dpa) – Cerca de un 60 por ciento de los puertorriqueños y los nacidos de padres puertorriqueños reside ya en territorio continental de Estados Unidos como resultado de una histórica migración que tomó nuevos bríos a partir del año 2006 cuando arreció en la isla una recesión económica que aún persiste.
Un extenso artículo del diario local «El Nuevo Día» destaca hoy la reciente migración boricua a Estados Unidos y la compara con la que vivió el país en la década de los 40.
El escrito cita datos de la Encuesta de la Comunidad del Censo federal de Estados Unidos para el año 2012, que estima en 4,97 millones el número de puertorriqueños que residen en territorio continental norteamericano, frente a los 3,8 millones de 2003.
Los mismos datos censales estimaron la población residente en Puerto Rico en 3,67 millones de personas, incluyendo a los extranjeros.
Destaca el diario que esta masiva emigración de Puerto Rico hacia Estados Unidos ha avivado un intenso debate en la isla sobre sus implicaciones directas sobre el desarrollo económico del país, donde la población disminuye y envejece.
Esta masiva migración de puertorriqueños hacia Estados Unidos es posible gracias a la relación política de “estado libre asociado” que mantiene la isla con el gobierno estadounidense.
Dicha condición, que se inicio en el 1898 con la invasión norteamericana de Puerto Rico, se oficializó en el 1952 cuando los puertorriqueños y el Congreso de Estados Unidos aprobaron la Constitución del Estado Libre Asociado de Puerto Rico.
Bajo dicho arreglo los puertorriqueños son ciudadanos de Estados Unidos, portan pasaporte americano y viajan libremente entre los dos países, sin necesidad de visados o permisos de ningún tipo.
El gobierno de Estados Unidos tiene de hecho el control de los puertos y aeropuertos de la isla, incluyendo el control de las aduanas y el proceso de inmigración y migración.
Puerto Rico, por otro lado, se mantiene como la “jurisdicción” estadounidense con la tasa mayor de desempleo y con los niveles más altos de pobreza, según los estándares norteamericanos.
La tasa oficial de desempleo de Puerto Rico se redujo algo en los pasados meses, pero a pesar de ello se sitúa en el 13,9 por ciento de la población activa.
Su economía, mientras tanto, lleva ya seis años consecutivos con rendimientos negativos.