Muchas investigaciones sobre la creatividad de los científicos señalan que sus descubrimientos más importantes se presentan a comienzos de la carrera profesional. A partir de cierta edad, se considera que decrecen las posibilidades de presentar un gran avance, tal vez debido a que disminuye el ingenio y aumenta la carga de las tareas administrativas. Incluso hay premios como la Medalla Fields, considerada el Nobel de las matemáticas, que solo se otorgan a investigadores menores de 40 años.
Pero la realidad, sin embargo, es que poco se sabe sobre cuándo surge el impacto científico y cómo cambia a lo largo del tiempo.
Para indagar sobre este asunto, un equipo internacional liderado por la física Roberta Sinatra, de las universidades Northeastern en Boston (EE UU) y Central Europea en Budapest (Hungría), ha analizado las carreras de miles de científicos centrándose en la relevancia de sus publicaciones.
En principio, como se preveía, la evaluación confirmó que muchos investigadores presentan su trabajo más creativo y destacado en las dos primeras décadas de su carrera, pero también demostró que la productividad se dispara en esas etapas tempranas. Esto parece indicar que los científicos más importantes empiezan a tener éxito cuando son más jóvenes, no tanto porque la juventud se relacione con la creatividad, sino porque en esa etapa producen más.
Para explorar más a fondo las raíces del éxito creativo, excluyendo la edad y la productividad como factores, los investigadores colocaron en orden cronológico los trabajos que habían publicado los científicos, para valorar si los de mayor impacto estaban o no entre los primeros.
Los resultados, que publican esta semana en la revista Science, revelan que los papers de mayor impacto raramente se publicaban al comienzo de la carrera científica. En lugar de esto, se observó que los éxitos más grandes aparecían completamente al azar, algo que sucede independientemente de que los científicos trabajen solos, en grupo, en la disciplina que sea, en décadas distintas y por períodos de tiempo diferentes.
Modelo para predecir el impacto científico
Además esta regla del impacto aleatorio ha permitido a los autores crear un modelo para predecir la relevancia de una carrera a partir de elementos como la aleatoriedad, la productividad científica y un factor ‘oculto’ denominado Q, exclusivo de cada científico.
“El modelo asigna un parámetro Q individual y único para cada investigador, que es estable a lo largo de su carrera y predice con precisión la evolución del impacto del científico, desde el índice h, que mide la calidad según las citas de los artículos científicos, hasta el número de citas acumuladas y reconocimientos como los premios”, explica Sinatra.
Según los autores, estos resultados contribuirán a alimentar el debate abierto sobre la manera en que hay que medir el potencial de un científico, además de mostrar que el éxito científico se puede alcanzar a cualquier edad