La cosmética ecológica, también denominada cosmética orgánica o natural, ha pasado de ser una moda o una tendencia ha estar validada por el sector y la academia, pues cada vez aparecen más estudios clínicos y estadísticos que indican que los consumidores cobran consciencia de que la cosmética es un producto con el que hay que ser mucho más exigente.
La población se enfrenta desde hace años en importantes cambios en la mentalidad de consumo. De unos años hasta ahora, son más ciudadanos los que apuestan por el comercio justo, el comercio de cercanía o los productos libres de sufrimiento animal. Esto convierte a la cosmética orgánica o ecológica en un sector de crecimiento constante.
El apoyo de las celebrities
Otra de las razones que impulsa el crecimiento del sector es que muchas celebrities a nivel mundial se han introducido en los últimos años en tratamientos de belleza a partir de estos productos.
Así, cantantes, modelos e influencers de prestigio son asiduas a cremas hidratantes, productos antienvejecimiento, de cuidado del cabello o desmaquillantes de origen natural.
Su exposición en redes sociales, especialmente Instagram, hace que estos productos lleguen a millones de potenciales clientes en todo el mundo.
¿Qué es la cosmética ecológica?
La cosmética ecológica consiste en el uso de productos naturales como tratamientos de belleza. Aunque parece algo muy novedoso, para nada lo es, pues ya los romanos utilizaban productos naturales como la miel para mantener un buen aspecto estético.
La emperatriz Cleopatra se daba baños de leche de burra y hacía uso del aceite de oliva para mejorar su rostro. Y los remedios naturales de belleza siguen esa misma filosofía: mascarillas, ungüentos, cremas, pomadas…
Todas estas fórmulas para aplicar sobre la piel, el cabello y el rostro tienen por objetivo devolver la luminosidad o proteger el organismo ante factores externos.
El principal diferencial entre la cosmética ecológica y la cosmética industrial es que los productos naturales no son tóxicos ni abrasivos, por lo que se convierten en una elección casi obligatoria para personas con una piel sensible.
La cosmética natural como apuesta de sostenibilidad
Un motivo añadido que hace que la cosmética natural se esté posicionando poco a poco como un sector referente en el mundo de la belleza es que evita el uso de derivados del petróleo. Estos productos, si bien son muy económicos y eficaces en su poder antibacteriano, incluyen parabenos, ftalatos o la dietolamina, componentes que pueden generar afecciones graves de salud en el sistema endocrino, hormonal y reproductivo.
Por otra parte, todos estos químicos son derivados del petróleo, un compuesto que ya ha alcanzado su cénit de extracción y que en los próximos años subirá de precio por la imposibilidad de acceder a yacimientos de petróleo de calidad y fácil adquisición hará que esa diferencia de precio entre la cosmética industrial y la cosmética natural se vaya reduciendo.
Introducir a la población en la cosmética natural
Por estas razones, adquirir productos de cosmética natural no es solo una apuesta de salud personal, sino también ambiental y ecológica.
Las personas que se suman a este movimiento son cada vez más, y una fórmula para sumar en este cambio de modelo de consumo es mediante los detalles ecológicos para bodas en La Fresca. En este portal cuentan con detalles ecológicos para bodas. La práctica es sencilla, en lugar de regalar cualquier otro objeto, los invitados a una boda reciben como presente un artículo de cosmética ecológica.
Los consumidores se preocupan cada vez más por la seguridad sanitaria, la sensibilización ecológica y el conocimiento sobre los peligros asociados a los químicos sintéticos o aquellos que empeoran la situación ambiental.
Un ejemplo muy claro es el fenómeno en contra del aceite de palma. Este componente forma parte de numerosos productos cosméticos y alimenticios, pero los consumidores muestran cada vez más rechazo a este aceite, lo que está consiguiendo que parte de la industria renuncie al aceite de palma o bien que garantice la extracción sostenible del mismo.
En la industria cosmética, la cosmética ecológica se ha convertido en uno de los sectores de más rápido crecimiento, lo que está obligando a las administraciones a establecer controles y normativas para catalogar bien los productos realmente que cumplen estos principios de los que no lo son.