Bruselas, 6 abr (EFE).- La candidata de Los Verdes europeos a la presidencia de la Comisión Europea, Ska Keller, que comparte el «ticket» electoral con el francés José Bové, destacó en una entrevista a Efe que es la única mujer en la carrera por el puesto.
«Creo que ser la candidata y mujer no tiene nada de extraordinario, teniendo en cuenta que somos más de la mitad de la población. Lo que sí es cierto es que dice mucho del resto de partidos», señaló.
«Ska», diminutivo de Frankizka, actualmente eurodiputada de la Alianza 90 alemana, es además la candidata a la Comisión Europea más joven, con sus 32 años.
Licenciada en Estudios Islámicos, Turcos y Judíos en la Universidad Libre de Berlín, Keller dice que «todas las mujeres europeas deberían tener los mismos derechos», que según ella deberían incluir «decidir sobre el propio cuerpo» en relación a la interrupción del embarazo.
Su ideario de género también pasa por la introducción de cuotas en la política europea pues «las simples medidas de incentivación no han tenido muy buenos resultados».
«En mi partido ya las usamos, por eso tenemos dos candidatos, hombre y mujer, y dos presidentes, también uno de cada género, en la presidencia del grupo parlamentario en la Eurocámara», señaló.
«Las mujeres deberían tener una representación igualitaria, es inaceptable que solo el 30 % de los eurodiputados sean mujeres», declaró.
Otra de las grandes prioridades de los Verdes es la inmigración, un asunto que, según considera, «Europa debería regular de forma común».
«Y relacionado con la inmigración hay que velar por una política europea de asilo en la que se impliquen todos los países y no solo los del sur, que son los que sufren las llegadas en primer término», añadió.
Keller señaló que las expectativas de los Verdes europeos en España pasan por conseguir revalidar el escaño por Cataluña de ICV, así como obtener otro de la formación Equo, que se ha aliado a la familia europea ecologista.
Preguntada sobre su valoración de la gestión de la crisis hecha por los dos grandes partidos europeos -el popular (PPE) y el socialdemócrata (PES)- la candidata de los Verdes lamentó que optaran, según ella, «por la receta única de la austeridad».
«No hace falta ser profesor universitario para saber que no se saca a un continente de la crisis recortando salarios y pensiones», señaló.
«Nuestra formación política apuesta por una economía verde que puede crear empleos duraderos, que no desaparezcan dentro de cinco años», añadió.
«Lo que necesitamos son empleos de calidad. España tiene un gran potencial en materia de energías renovables, pero también en nuevos empleos relacionados con las nuevas tecnologías para el ahorro y la eficiencia energética», aseguró.
Keller sacó pecho sobre el hecho de que la iniciativa europea contra el desempleo joven, la llamada garantía juvenil, fue una propuesta de su formación que acabó convirtiéndose en realidad en la cumbre europea de junio de 2013.
«Pero no puede quedarse solo en buenas palabras, porque donde se ve si es relevante o no es en la implementación, que está en manos de los Estados», señaló.
La garantía juvenil europea, que ya existía en países como Austria, establece que todos los jóvenes deben obtener de parte del servicio de Empleo de su país una oferta de trabajo, de prácticas o estudios, pasados cuatro meses desde el fin de sus estudios, una apuesta para la que la UE ha invertido 6.000 millones hasta 2020, lo que para Keller es «claramente insuficiente».
La ecologista alemana, como su otra mitad del dúo electoral, el francés José Bové, fueron elegidos candidatos por un sistema de primarias libres y abiertas por internet, una experiencia piloto en el partido.
«Creemos en una Europa más democrática y cercana y eso fue lo que intentamos con la elección de los candidatos», señaló Keller, quien obtuvo 11.700 apoyos en la red.
Lara Malvesí