(dpa) – La cacatúa Snowball, famosa en Youtube, es la prueba de la extraordinaria espontaneidad de algunos animales realizando movimientos de baile, según las conclusiones de investigadores estadounidenses publicadas en la revista especializada «Cell Press»
Según el estudio, los pájaros son los únicos animales que pueden sincronizar sus movimientos con la música. Los científicos observaron que Snowaball también había introducido nuevos pasos de baile, lo que podría ser calificado de creatividad.
Hace más de diez años que se subieron los primeros videos de Snowball que llevan fascinando a millones de seguidores en Youtube desde entonces. Su dueña, la estadounidense Irena Schulz, la filmó en su casa de Schererville, Indiana.
En los vídeos se la ve sobre una silla, ante varias jaulas. Tan pronto como suena la música, la cacatúa comienza a bailar con movimientos que parecen increíblemente humanos. Despliega su cresta amarilla con los Backstreet Boys, asiente con la cabeza, levanta las patas alternativamente y grazna al compás.
Investigaciones anteriores con Snowball ya demostraron que esta cacatúa de cresta amarilla (Cacatua galerita eleonora) no hacía los movimientos con un propósito específico, ni para el cortejo ni para obtener comida.
Para su nuevo estudio, los investigadores la grabaron desde 2008 para documentar el progreso de esta cacatúa de doce años. Snowball bailó las canciones «Another one bites the dust» de Queen y «Girls just wanna have fun» de Cyndi Lauper. Cada baile fue filmado tres veces. Snowball ya conocía las canciones, y mientras su dueña la animaba nadie bailaba en la sala.
La neurocientífica y bailarina Joanne Keehn, de la Universidad Estatal de San Diego, analizó los movimientos de la cacatúa. Resultó que Snowball efectuó un total de catorce movimientos de baile. Por ejemplo, una especie de cabezazos, pasos laterales o movimientos circulares de la cabeza. El ave también tenía dos combinaciones de movimientos de cabeza y patas en su repertorio.
A diferencia de los humanos, Snowball no bailaba todo el tiempo igual. La cacatúa nunca hizo exactamente el mismo movimiento en la misma secuencia tres veces.
Estos resultados son particularmente interesantes para los investigadores porque Snowball demostró espontaneidad. Obviamente decidió por sí misma cómo quería moverse. Aprender los nuevos pasos de baile también era inusual. «Estamos más interesados en la variedad de sus movimientos», dijo el coautor de la investigación, Aniruddh Patel.
Los científicos asumen que los loros aprenden a bailar de los humanos. Los pájaros tienen que transferir los movimientos de un cuerpo que es completamente diferente del suyo a sus propias posibilidades de movimiento.
En el caso de Snowball, sin embargo, los investigadores creen que es posible que el ave haya sido capaz de realizar los movimientos por sí misma, es deir, que haya sido capaz de ser creativa.
Snowball no es el único loro que sabe bailar. Youtube cuenta con varios pájaros musicalmente dotados. Los científicos asumen que los loros son los únicos animales que comparten un número de habilidades con los humanos.
La imitación de sonidos es una de ellas. Cuando se baila, los movimientos en una cierta región del cerebro, la corteza motora, deben estar conscientemente sincronizados con la música. Esto podría explicar por qué los loros bailan, pero no otros animales altamente desarrollados como los primates.
En los humanos, el baile es ante todo un comportamiento social. Por lo tanto, los investigadores esperan utilizar los datos recopilados para investigar si este podría ser también el caso de Snowball, es decir, si baila más y más a menudo cuando otros bailan a su alrededor.
Snowball fue entregada a Irena Schulz por sus anteriores dueños en 2007. Ya entonces a la cacatúa le gustaba bailar, lo que motivó a los investigadores a hacer un primer estudio con ella. Poco tiempo después, Irena Schulz observó que la cacatúa había ampliado mucho su repertorio. Los investigadores creen que Snowball no fue entrenada, pero que observó a gente bailando y luego interactuó socialmente.
Por Nadja Wolf (dpa)
Foto: Irena Schulz/Bird Lovers Only /dpa