Entre los muchos problemas que se pueden encontrar extendidos en la sociedad del siglo XXI, la obesidad es uno de los que más preocupan a las autoridades sanitarias y de los cuales se lleva advirtiendo más tiempo. En un momento en el que el sedentarismo no deja de crecer debido a las nuevas dinámicas adoptadas, que se enfocan hacia la mínima práctica deportiva, y donde la alimentación consta de una cada vez peor calidad debido al consumo masivo de productos y la propagación de las cadenas de comida rápida, la consecuencia natural es ver elevarse el número de casos de sobrepeso.
No es por falta de concienciación, puesto que la sociedad actual es la más informada y consciente de los peligros que una mala conducta de salud puede tener en su cuerpo, pero también es de las que menos se preocupan por tener que hacer frente a dichas consecuencias. Así, el porcentaje de casos con obesidad ha ido conformando un problema mayoritario en las sociedades desarrolladas, comenzando a darse desde las primeras etapas del desarrollo de los niños hasta bien entrada la vida adulta.
Combatir esta situación es algo que debe comenzar por la propia persona y sus decisiones al respecto, las cuales pueden pasar por muchas etapas, desde acudir a un nutricionista para cuidar su dieta hasta un entrenador personal para establecer una rutina de actividad física. Para los casos más severos, sin embargo, hay una alternativa que va cobrando relevancia con el paso del tiempo y que a día de hoy se posiciona como una de las principales soluciones: la banda gástrica u otras intervenciones de carácter quirúrgico.
Por qué una banda gástrica
Por Banda gástrica se conoce al método de la colocación de una banda o anilla de silicona alrededor de la parte superior del estómago, como informan desde la clínica especializada en estos procedimientos Obymed, con el fin de restringir la entrada y el consumo de los alimentos. Con ello se consigue de manera efectiva la reducción de la ingesta desmedida de todo tipo de comida, uno de los principales retos que tienen las personas obsesas a la hora de adelgazar, pues muchas no son capaces de cumplir con las indicaciones de profesionales como los citados nutricionistas a pesar de querer bajar de peso.
Gracias al método de la banda gástrica, la persona sometida a la intervención, que se realiza por laparoscopia y bajo anestesia general, dispondrá al final de ella de un dispositivo implantado que regulará por sí solo la cantidad que alimentos en cada ingesta y que no puede ser regulado de manera efectiva por el propio paciente. Sí podrá hacerse, una vez puesta la banda, por el especialista médico, de manera que se pueden ir realizando diferentes ajustes a lo largo del tiempo en base a las necesidades y evolución de la persona.
Entre las ventajas de las que dispone la banda gástrica se encuentran, también, la rápida recuperación del paciente una vez realizada la intervención y el hecho de que el dispositivo pueda ser realizado una vez completado el tratamiento sin males mayores. Cuando así sea, el estómago volverá, en la mayoría de los casos, a su forma y estado original.
El Método Apollo, la otra opción
Cuando se habla de reducción de peso en la actualidad, es obligatorio mencionar también el Método Apollo, una de las nuevas técnicas que más relevancia están comenzando a adquirir a día de hoy en intervenciones que tienen como fin regular la ingesta de alimentos. Esta se ha puesto en relevancia de manera muy especial por lo poco intrusiva que resulta, siendo una operación endoscópica que se realiza de manera muy rápida y produciendo unas molestias mínimas al paciente, algo que ha ayudado de manera evidente a acrecentar la mencionada popularidad de la que empieza a gozar.
Con el Método Apollo se realizan una serie de suturas a lo largo de la pared gástrica que, en última instancia, tienen como objetivo producir un efecto similar al de la banda gástrica, reduciendo la necesidad de comer y provocando así que la persona pueda adelgazar tras un tiempo. La elección de uno u otro dependerá no solo de las preferencias personales de cada paciente, sino también de las indicaciones médicas y las recomendaciones que los profesionales hagan en relación a cada caso concreto.