La mediática pareja asistió de riguroso negro al desfile de la firma Givenchy en la Semana de la Moda de París, donde Kim Kardashian y Kanye West acapararon la atención de los fotógrafos con su esperado regreso a la ciudad donde podrían mudarse próximamente. Mientras que la estrella televisiva se decantó por un provocativo vestido azabache con transparencias en el escote y una estratégica abertura lateral, Kanye prefirió cubrir su traje con un amplio abrigo negro, ideal para no pasar frío durante su visita a la ciudad del amor.