Hamburgo, 26 mar (dpa) – El modisto alemán Karl Lagerfeld no sale de casa desde 1967 sin sus característicos anteojos de sol, confesó a la revista alemana «ZEITmann».
«Estaba con una conocida en un club. De repente apareció un enano con el que había tenido un lío amoroso. Cuando me vio con ella, le quiso tirar un vaso por la cabeza, pero me dio en el ojo. Ese día tenía por casualidad unas gafas porque soy ligeramente miope», contó.
El marco de las gafas soportó el impacto, porque de lo contrario habría perdido el ojo, dijo Lagerfeld. «Entonces me di cuenta de que los ojos son lo más precioso que tengo. Y desde entonces que no salgo más de casa sin gafas».