La educación es un elemento humano necesario para una convivencia en paz y para la igualdad de posibilidades en todo el mundo. Está directamente unido a la infancia y al cuidado del menor y por eso la Asamblea General de las Naciones Unidas declara el 24 de enero como el Día Internacional de la Educación, considerándola un pilar fundamental del bienestar humano y del desarrollo sostenible.
En el proceso educativo juega un papel muy relevante el concepto de “gamificación”, también conocido como “ludificación”, que consiste en técnicas que se basan en el juego como aprendizaje, o lo que es lo mismo, aplicar la mecánica de los juegos al modelo de aprendizaje.
¿Qué es el juego y qué son los juguetes?
La gamificación está también presente en el mundo del marketing como un recurso para atraer e implicar a las personas en contextos no lúdicos a través de elementos de juego, diseño o pensamiento. En el mundo del aprendizaje, el juego mejora sensiblemente la implicación y participación de los alumnos, la comprensión de las materias y el tiempo de adaptación a nuevos modelos y servicios educativos como el e-learning.
La gamificación tiene en el juego su principal mecanismo de actuación, y como tal, su relevancia va más allá del proceso educativo. El juego es una actividad necesaria para los seres humanos y tiene una importancia capital en la esfera social, puesto que permite ensayar ciertas conductas sociales y funciona como herramienta útil para adquirir y desarrollar capacidades intelectuales, motoras y afectivas.
El juego infantil es una necesidad básica para el buen desarrollo de la inteligencia y para el equilibrio físico y emocional de los niños, pero esta actividad debe entenderse siempre desde un punto de vista lúdico y placentero, sin sentir obligación de ningún tipo y con el tiempo y espacio necesarios.
En el proceso de incorporar el juego al proceso educativo, las técnicas de ludificación, adquieren una importancia capital los juguetes, que son los utensilios, accesorios y artículos mediante los cuales los pequeños pueden jugar. Los juguetes sirven para que los niños se diviertan y aprendan, desarrollen la mente y el cuerpo, se relacionen entre sí y con su entorno y estimulen su creatividad.
Según la web de Consumo de la Junta de Andalucía, la ley define juguete como todo producto diseñado o previsto, exclusivamente o no, para ser utilizado con fines de juego por personas menores de 14 años. Esta definición ya relaciona el concepto de juguete con el de juego y con los niños, por lo que asociar juegos y juguetes al proceso educativo es casi un proceso natural.
Siguiendo esta idea, en Todo Sobre Juguetes vas a encontrar una valiosa información sobre cómo las niñas y los niños aprenden a través del juego. Además, te ayudan a encontrar el juguete perfecto para tu hij@.
El papel de los adultos en el juego
Los adultos deben actuar en el proceso de gamificación y educación infantil como mediadores, interiorizando que los protagonistas son los niños. El hecho de que los niños jueguen es necesario para los propios menores porque promueve su desarrollo y les facilita la adquisición de determinadas destrezas y aprendizajes.
Jerome Bruner, psicólogo estadounidense fallecido en 2016 y autor de importantes contribuciones a las teorías del aprendizaje, sostiene que el juego es el trabajo de los niños y que la intervención de los adultos en este proceso debe consistir en facilitar las condiciones que permitan el juego y estar a disposición de los pequeños, pero no en dirigir ni imponer el juego.
¿Qué criterios debemos seguir para seleccionar juguetes infantiles?
A la hora de seleccionar juguetes y métodos de juego infantiles existen una serie de criterios a considerar, como adaptar los juegos a las edades de los pequeños y que estos sean propios de su nivel de desarrollo.
Un segundo aspecto crucial es que los juguetes faciliten la posibilidad de jugar con otros niños y la comunicación cruzada, así como favorecer las relaciones entre iguales. Por otra parte, los juguetes deben potenciar las relaciones cooperativas y de ayuda, ser motivadores y que no transmitan estereotipos sexistas ni potencien la violencia.
Un último criterio que han de cumplir los juguetes infantiles es la estimulación de la curiosidad y el interés en los pequeños por investigar y descubrir nuevas posibilidades de juego y resolución de problemas. Todos estos condicionantes están presentes en el Arco Iris Waldorf, un ejemplo de juguete que evoluciona con el crecimiento de los niños, es respetuoso con el medio ambiente y fomenta el juego libre y el desarrollo de la creatividad.
La pedagogía Waldorf es un sistema educativo que tiene en el juego uno de sus elementos centrales, ya que esta actividad permite desarrollar su fantasía e imaginación y descubre leyes físicas, socializa y se conoce a sí mismo.
El juego infantil a través de la historia
El juego es tan importante en el proceso de aprendizaje y en educación porque es una actividad que ha acompañado a la humanidad a lo largo de su historia. En la época clásica, tanto en Grecia como en Roma, los juguetes infantiles estaban muy presentes en la vida cotidiana de los pequeños.
En la Edad Media, los juegos representaban figuras animales o humanas, aunque solo tenían acceso a juguetes la población perteneciente a las clases sociales más altas. Durante el siglo XVI surge el pensamiento pedagógico moderno y comienza a percibirse el juego educativo como un elemento que facilita el aprendizaje.
Más adelante, ya en siglo XVIII, se impone el juego como instrumento pedagógico entre los educadores, considerando esta actividad como un elemento útil y agradable para instruir a los niños. Ya a partir del siglo XIX y en adelante se desarrollan diferentes teorías de aprendizaje y juego infantil que llegan hasta nuestros días.