KIEL, ALEMANIA (dpa) – Para Jean-Claude Juncker, las recientes declaraciones del presidente estadounidense Barack Obama sobre el escándalo de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) son «motivo de esperanza». En una entrevista exclusiva con dpa, el político luxemburgués que durante varios años lideró el Eurogrupo exige algo más que palabras y desmiente que la canciller alemana Angela Merkel estuviera en contra de sus ambiciones de convertirse en presidente de la Comisión Europea tras los próximos comicios de mayo.
dpa: ¿Ha hablado ya con Merkel sobre su candidatura a la presidencia de la Comisión?
Juncker: Mantengo un contacto regular con la señora Merkel, también a finales del año pasado y principios de este. Y no puedo confirmar las informaciones vertidas por la prensa sobre su antipatía ante mi candidatura.
dpa: ¿Cómo valora la relación entre Estados Unidos y la Unión Europea ante el escándalo de la NSA?
Juncker: Creo que el discurso del presidente Obama es un motivo para la esperanza. Expresa que Washington ha entendido que nos enfadáramos por el espionaje de los ciudadanos y la cúpula política de otros países.
dpa: ¿Qué consecuencias son necesarias?
Juncker: Creo que los servicios secretos europeos y estadounidenses deberían acordar un código, de tal manera que se aborden las medidas operativas de naturaleza secreta contra aliados. El anuncio de que no se espiará a jefes de gobierno europeos me parece evidente. Me hubiera gustado que una declaración así no fuera necesaria. Me encantaría que los estadounidenses escucharan más a Europa en lugar de espiarla.
dpa: ¿Ese acuerdo debería ser bilateral o entre Estados Unidos y el conjunto de la UE?
Juncker: Independientemente de su naturaleza jurídica, estos acuerdos tienen validez para todos los Estados miembro. Que se haga de manera bilateral o en contacto directo entre Estados Unidos y la UE es una cuestión secundaria. Pero debe ser hermético.
dpa: ¿Sabe si durante su etapa como jefe del Eurogrupo fue espiado?
Juncker: En mis conversaciones con presidentes, secretarios de finanzas y presidentes de la Reserva Federal estadounidense noté a menudo que se sorprendían. Por eso, no creo que todo lo que se hablaba en Europa fuera espiado por Washington.
dpa: ¿Está Occidente dividido?
Juncker: Me parece absolutamente necesario que las relaciones transatlánticas se apoyen en la confianza mutua. Casos como éste (el de las escuchas) no ayudan. Tampoco quiero decir con esto que crea que debamos revisar nuestra relación con Estados Unidos. Europeos y estadounidenses estamos llamados a entendernos.
dpa: ¿Considera que en el trasfondo de todo esto está la pugna entre Washington y Bruselas por el liderazgo mundial?
Juncker: El euro no tiene el objetivo de ser exclusivamente la moneda líder mundial. Por ejemplo, el Banco Central Europeo no tiene un objetivo de tipo de cambio y cumple estrictamente con su misión.
dpa: ¿Sigue habiendo valores comunes entre Europa y Estados Unidos?
Juncker: El escándalo de la NSA ha generado un notable malestar. Pero no creo que haya cambiado el canon de valores transatlántico. Debemos promover una y otra vez nuestros valores comunes, pero entre ellos está precisamente el de proteger a los ciudadanos. Que eso que se da por hecho en Europa no se sacrifique en el altar transatlántico.
Por Matthias Hoenig