(dpa) – A menudo los padres se molestan cuando sus habilidades culinarias no son apreciadas por sus hijos. Especialmente cuando los pequeños alejan el plato con cara de disgusto.
Pero incluso aunque sienta la tentación de decir algo al estilo de «si no comes, no habrá postre o mañana no saldrá el sol», ¡no lo haga!
Cabe preguntarse: ¿Los niños deben comer todo lo que tienen en el plato?
Dana Mundt, consultora online de los centros públicos de orientación educativa y familiar de Alemania (bke), responde con un claro «no».
No está mal si el niño algunas veces solo come patatas o simplemente no come nada. Normalmente el cuerpo regula esto bastante bien por sí mismo, explica Mundt.
Según la experta en pedagogía, en lugar de enojarse es más importante que los padres muestren a sus hijos cómo alimentarse de forma saludable. Esto también incluye que nadie está obligado a comer más si ya está satisfecho.
Si el niño critica a menudo lo que tiene en el plato, los padres deben tratar de encontrar maneras de transmitirle el placer por la comida.
«Quizás implementando días de comida favorita, por ejemplo, el viernes es el día de los fideos», sugiere Mundt.
También puede ser útil involucrar al niño en las compras y en la cocina y proponer crear en conjuto en algún plato distinto y rico, señala Mundt.
«Y si el niño quiere una comida solo para él, se podría acordar que en ese caso todos prueben del plato del otro», propone la experta en temas de alimentación.
Otra idea es pasar las verduras por el extractor de zumo. «Los niños suelen aceptarlo bien. También se los puede sorprender con un cocodrilo hecho de verduras», agrega.
Mundt advierte que no hay que obligar a los niños a ingerir comida que se ha enfriado o que ya no es atractiva a la vista. «Uno mismo, como adulto, tampoco quiere esto», enfatiza.
Al mismo tiempo, la experta destaca que tampoco es recomendable vincular la comida con otras actividades que no tienen que ver con la alimentación y decir por ejemplo: «Si no comes, no puedes mirar los dibujitos, ya que esto realmente no tiene nada que ver con la comida».