(dpa) – La pequeña osa polar Hertha se zambulle, busca un juguete y trata de subir a una plataforma flotante en un frío día de noviembre en el zoológico Tierpark de Berlín.
En pocos días, el 1 de diciembre, la ozesna cumplirá un año. Su madre Tonja cumplirá diez en los próximos días. Habrá festejos para ambas, apunta Florián Sicks, que pasa varias horas al día junto a los osos polares.
Hertha se ha desarrollado rápidamente en estos doce meses y ya pesa 116 kilos, destaca el cuidador de mamíferos.
Al nacer, normalmente los osos polares pesan unos 600 gramos. Hertha ganó mucho peso gracias al contenido extremadamente alto de grasa en la leche materna, revela Sicks y agrega que el mamífero ya come grandes cantidades de carne y pescado.
La evolución de Hertha no es algo que se pueda dar por sentado. Las crías anteriores de Tonja murieron al poco tiempo de nacer y antes de poder ser presentadas al público.
En Berlín, una ciudad cuyo símbolo es precisamente el oso, todavía permanece en el recuerdo colectivo el famoso oso polar Knut, un carismático animal que logró fama internacional y que murió de forma repentina en 2011 en el otro parque zoológico de la capital alemana, situado en el oeste de la ciudad.
Hertha lleva el nombre del principal equipo de fútbol berlinés (Hertha BSC), que también fue elegido como padrino de la pequeña osezna.
El animal hizo su primera aparición al aire libre a mediados de marzo junto con su madre Tonja.
«Al segundo o tercer día nadó alrededor de una gran roca, pero no pudo salir del agua porque se encontraba en un lugar muy empinado. Después de eso, no se volvió a sumergir en el agua durante una semana y media», cuanta Sicks.
Tras varias semanas de interminables filas para ver a la pequeña osa polar de cerca, finalmente el bullicio ha disminuido un poco.
Según Sicks, es difícil evaluar hasta qué punto el número de visitantes del zoológico aumentó como consecuencia del «efecto Hertha».
«Las cifras han ido en aumento desde 2014 y han sido altas durante todo el año», señala. Para Sicks no está claro cuál es exactamente la parte que le corresponde a la osezna.
Sin duda, la presencia en los medios de Hertha ha tenido una influencia positiva en el número de visitantes al zoológico ubicado en el este de Berlín. Las cifras del año 2019 estarán disponibles apenas el año que viene.
El plan semanal para Hertha es lo más variado posible. «Ahora juega mucho y aprende instintivamente a cazar», explica Sicks.
En la naturaleza los osos polares suelen cazar focas. «Por supuesto que no la podemos alimentar con animales vivos. Pero al oso polar le encanta hacer presas, arrojarse sobre algo, escabullirse, bucear bajo el témpano de hielo y saltar de un lado a otro», detalla el cuidador.
Los osos polares se divierten con juguetes especiales como pelotas y barriles de plástico. Además se entretienen con cuerdas elásticas y con trozos de madera olfativa que han sido tratados por ejemplo con aceite de hígado de bacalao.
Tonja y Hertha compiten mucho por juguetes, informa Sicks, que añade que madre e hija están mucho tiempo juntas, pero que ya no es necesaria la cercanía permanente.
Es probable que la pequeña osa sea trasladada a otro zoológico el próximo invierno o a principios de la primavera boreal de 2021 como parte del Programa Europeo de Cría y Conservación. Eso estuvo así estipulado desde el principio.
Aún no está claro dónde vivirá Hertha en el futuro, enfatiza Sicks, aunque agrega que no está descartado que sea en otro zoológico en Alemania.
La decisión del traslado se tomará a corto plazo y dependerá también del programa de cría en cautiverio en los distintos parques zoológicos, comenta el experto.
«El objetivo es encontrar un macho adecuado para Hertha. Se tienen en cuenta los factores genéticos y sociales. A los dos o dos años y medio también se separan los caminos de la madre y del animal joven en el hábitat natural», explica.
«Por supuesto, en interés de la protección de las especies esperamos que Tonja pronto vuelva a tener descendencia», enfatizó Sicks.
Es posible que el padre de Hertha, Wolodja, que actualmente intenta dejar descendencia en zoológicos holandeses, vuelva nuevamente a Berlín.
Por Gisela Gross (dpa)