La exuberante Heidi Klum no necesitó optar a ningún premio para sacar a relucir todos sus encantos en la pasada gala de los Emmy, donde ella misma se erigió como estatuilla gracias a su espectacular y ajustado vestido burdeos. La supermodelo presumió así de tonificada silueta y de paso se aseguró de brillar más de la cuenta ante los agraciados fotógrafos.