(dpa) – El miedo es parte de la vida, como la sal en la sopa. Es natural y a veces inevitable. ¿Pero qué pasa si el miedo constante eclipsa la vida cotidiana?
La autora irlandesa Caroline Foran explica que, en esos casos, es necesario tomar medidas: «El miedo condiciona la vida de los afectados, los bloquea». Según la experta, todo el mundo tiene el poder de contrarrestar sus miedos y así ganar más confianza en sí mismo.
Los trastornos de ansiedad se presentan de diferentes formas. Una forma es la fobia, miedos específicos a las arañas o a los túneles, por ejemplo. Los trastornos de ansiedad social también están muy extendidos: los afectados reaccionan con pánico ante ciertas situaciones interpersonales, por ejemplo, una conferencia frente a una gran audiencia.
«Aquí, el miedo a ser juzgado por los demás y a no ser considerado suficientemente bueno es central», dice Markus Banger, médico jefe del Departamento de Trastornos de Adicción y Psicoterapia de la Clínica LVR en la ciudad alemana de Bonn.
El trastorno de ansiedad generalizada también está muy extendido. Los afectados están constantemente preocupados. Tienen miedo de perder su trabajo, por ejemplo, aunque no hay nada que sugiera que esto vaya a suceder. «Un trastorno de ansiedad generalizada suele ir acompañado de depresión», señala Banger.
Los ataques de pánico son otra forma de trastorno de ansiedad. Los ataques son repentinos y están acompañados de violentas reacciones físicas, desde falta de aliento, palpitaciones y sudor hasta temblores.
Los trastornos de ansiedad pueden tener diferentes causas. «En aproximadamente el 30 por ciento de los trastornos de ansiedad existe una base genética», explica Banger.
En el 70 por ciento restante, los medicamentos, las drogas, las enfermedades físicas, las experiencias y acontecimientos graves de la vida desempeñan un papel importante.
En el caso de los trastornos graves de ansiedad, es esencial que los afectados busquen ayuda profesional y consulten a un psicoterapeuta a través de su médico de cabecera. La terapia conductista, posiblemente combinada con medicación, puede ayudar.
En casos menos graves, sin embargo, todos los que sufren de ansiedad están en condiciones de ayudarse a sí mismos. Caroline Foran tiene muchos consejos y estrategias para vencer el miedo.
Los ejercicios de atención plena son muy útiles: estos ayudan a percibir la sensación de nerviosismo o ansiedad a nivel consciente. El objetivo es centrar la atención en sí mismo y en sus sentimientos y pensamientos, «incluso si es desagradable», asevera Foran.
La experta recomienda proceder de la siguiente manera: inhalar y contar hasta cuatro, luego exhalar y contar hasta ocho: «Repetir este ejercicio cinco veces hasta que el pulso disminuya». El ejercicio de atención puede ser útil antes de un examen o una conferencia, por ejemplo.
Otro enfoque es tomar conciencia de sus miedos. Para ello lo mejor es sentarse y escribir con el mayor detalle posible lo que nos produce temor. «A veces, un primer paso para superar el miedo consiste en rasgar luego el papel en muchos pedazos», explica Banger.
Según el experto, también puede ayudar el hecho de hablar de los propios miedos con la pareja o con buenos amigos: «Una conversación de este tipo puede ayudar a relativizar los sentimientos de miedo”. En el caso de los trastornos de ansiedad también es muy útil hacer deporte o ejercicios de relajación, por ejemplo, yoga.
A la lista de estrategias, Foran añade el así llamado «fear hacking», o «descifrar el miedo»: sentarse y analizar lo que podría salir mal en la situación que se teme. El siguiente paso es imaginar todos los escenarios fatídicos posibles en este contexto y preguntarse: ¿Qué pasaría si …?
Foran están convencida de que, en la mayoría de los casos, la realidad nunca es tan mala como la catástrofe que nos hemos imaginado. Sin embargo, si llegara a suceder, estaríamos en condiciones de superarlo: «Uno está preparado para el peor de los casos, y gracias a esta estrategia lo podemos afrontar mejor», asegura Foran.
Por Sabine Meuter (dpa)