Con la llegada del frío y del invierno, somos muchos los que echamos mano de nuestro botiquín para pasar mejor los días. Nos hemos acostumbrado a ciertos medicamentos como el ibuprofeno, y los integramos en nuestra vida diaria sin pensar en el uso que hacemos o en las consecuencias que puede tener un mal uso de este medicamento.
En España lo habitual es que consumamos dosis de 600 miligramos, cuando en el resto de Europa se consumen dosis de 400. La Sociedad Española de la Farmacogenética y Farmacogenómica ha avisado de la gran cantidad que consumimos y lo necesario que es reducir las dosis. Para saber más acerca de este medicamento, te explicamos algunas cuestiones, para mejorar tu salud con el uso del ibuprofeno.
¿Para qué sirve el ibuprofeno?
Se trata de un antiinflamatorio no esteroideo, y su uso está indicando para varias funciones en nuestra vida diaria. Sirve para bajar la fiebre, como antipirético y también como analgésico para aliviar el dolor. Nos tomamos un ibuprofeno cuando nos duele la cabeza, para calmar los dolores de la menstruación, el dolor dental, el dolor muscular, dolor neurológico y también para el dolor postquirúrgico.
Dicho esto, podemos deducir que el ibuprofeno es un gran aliado en momentos de dolor, y puede que de ahí venga el abuso que se hace de esta sustancia.
Otro uso que se le da al ibuprofeno es en el caso de artritis, ya que se utiliza para tratar cuadros inflamatorios. También sirve para tratar el acné, sin embargo, no es muy útil para los resfriados y las gripes.
¿Puede tomarlo todo el mundo?
Otra de las cuestiones que debemos tener en cuenta a la hora de tomar ibuprofeno es si es conveniente tomarlo o no. Por supuesto que hay personas para las que el uso de este medicamento no es adecuado. Por ejemplo, no podrán tomarlo personas con úlceras, con problemas de riñón y tampoco, obviamente personas alérgicas. Tampoco está indicado su consumo para mujeres embarazadas que se encuentren en el tercer trimestre de embarazo.
En cualquier caso, antes de tomarlo, y si se tienen dudas, siempre es aconsejable preguntar antes a nuestro médico, para evitar posibles complicaciones. Del mismo modo, si se están tomando otros medicamentos, como anticoagulantes, tampoco es recomendable tomarlo, por ello, lo mejor es preguntar antes de realizar cualquier acción que pudiera perjudicarnos. La información para estos casos es fundamental.
El abuso del ibuprofeno
En el Congreso de la Sociedad española de farmacia comunitaria, se ha llegado a la conclusión de que en España más de 8 millones de personas toman cada día mucha más dosis de ibuprofeno de la que está recomendada. Normalmente se debe a falta de información, y es por eso, que debemos tener en cuenta las consecuencias que este abuso puede causarnos a la larga.
Normalmente encontramos en la farmacia dosis de 600 miligramos, y la tomamos 3 veces al día. Esta cantidad superaría la recomendada, que sería una dosis de 400, en lugar de 600, 3 veces al día. Es un error pensar que en menor dosis no nos funcionaria el medicamento, pues a la hora de mitigar el dolor, los efectos serían similares, no obstante, el abuso de cara a los efectos secundarios, tendrá consecuencias que pueden resultar devastadoras. Como podemos ver en webs especializadas en ibuprofeno (Mundo asistencial), los problemas circulatorios son un gran enemigo de este medicamento, y si los tenemos, debemos evitar tomar este medicamento, ya que podría derivar en enfermedades cardíacas. Si bien es cierto que por un uso esporádico no sucederá nada, el abuso constante puede tener efectos nefastos para nuestra circulación, afectando a la salud de nuestro corazón.
El aparato digestivo es otra de las partes del cuerpo humano que puede sufrir los malos efectos del abuso del ibuprofeno. La irritación del estómago o la creación de úlceras están entre los efectos secundarios más comunes del mal uso de este medicamento. Para las personas con úlceras o intestino irritable es perjudicial consumir dosis de ibuprofeno, por lo que será conveniente que sustituyan este medicamento por otros fármacos como el paracetamol o la codeína para aliviar el dolor. Estos serán menos dañinos para el estómago y el efecto de alivio será prácticamente similar.
Además, consumir más dosis de la recomendada de ibuprofeno puede causarnos estreñimiento, diarrea o vómitos. En otros casos podremos sufrir zumbido en los oídos y si va a más puede acabar con episodios de sordera.
¿Paracetamol o ibuprofeno?
Son numerosas las ocasiones en las que confundimos uno de estos dos fármacos, y es que son los analgésicos más habituales y que más se consumen a la hora de mitigar el dolor. Uno de los errores más frecuentes es utilizar el ibuprofeno para paliar los efectos de un resfriado, cuando en este caso es más recomendable consumir paracetamol.
Hemos de saber que ambos fármacos son eficaces para tratar la fiebre, aliviar sus efectos y reducir la misma, si bien es cierto que el ibuprofeno funciona de modo más rápido y con más duración que el paracetamol, además de reducir la inflamación.
Por otra parte, el paracetamol tiene unos efectos secundarios menos perjudiciales que el ibuprofeno, como los problemas estomacales.
Por otro lado, no es recomendable tomar ni ibuprofeno ni paracetamol para los dolores de espalda. Es un error frecuente que normalmente cometemos y se ha determinado que ninguno de los dos fármacos es eficaz para combatir el dolor de espalda. Tampoco están indicados para el dolor de cuello. Suele ser habitual confundirlos, sobre todo el ibuprofeno, ya que este sí resulta eficaz para eliminar el dolor asociado a las inflamaciones musculares que se crean alrededor de la lesión.
Otra circunstancia que resulta ineficaz es consumir paracetamol para dolores musculares. El paracetamol puede aliviar el dolor, pero no reduce la inflamación que puede provocar tal dolor. Este error es frecuente en casos como la menstruación, golpes con hematomas o dolores musculares. En todos estos casos, lo más conveniente es tomar ibuprofeno, que sí reduce la inflamación, de forma que nos alivia de un modo más completo el dolor.