Madrid, 1 abr (dpa) – El uruguayo Enrique Iglesias fue distinguido hoy por el rey Juan Carlos de España con el Toisón de Oro, la máxima condecoración civil del país, en reconocimiento a su labor de más de ocho años al frente de la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB).
«Enrique Iglesias aúna en su persona el rigor, la excelencia y el conocimiento, con el espíritu conciliador, la sensibilidad diplomática y el don de gentes», defendió el monarca la concesión de la distinción en una ceremonia en el céntrico Palacio Real de Madrid.
La Orden del Toisón de Oro es una de las órdenes dinásticas más antiguas y distinguidas del mundo: se remonta a 1430, cuando la creó el duque de Borgoña con motivo de su matrimonio con Isabel de Portugal. El rey Juan Carlos de España es jefe y soberano de ella.
Durante su reinado solo la ha recibido una veintena de personalidades, la última, el entonces presidente francés, Nicolas Sarkozy, por su cooperación en la lucha contra ETA en 2012. No es una orden hereditaria y a la muerte de su titular debe ser devuelta. «La Orden del Toisón de Oro fue creada para reconocer las más nobles virtudes e ideales caballerescos», recordó el rey Juan Carlos. Y en Iglesias «confluyen los valores que hacen de él un hombre capaz e íntegro, con una gran trayectoria profesional de servicio público a través de su eficaz dedicación y permanente entrega a la Comunidad Iberoamericana».
El collar del Toisón es de oro, con eslabones dobles, y de él cuelga un carnero, también de oro. Va acompañado por una insignia que reconoce como caballero a quien la porta.
Con la imposición del collar, todo marchó bien, pero la de la insignia protagonizó la anécdota de un acto en el que estuvieron también los príncipes Felipe y Letizia, el ex presidente del gobierno español Felipe González y varios ministros, entre otros.
Al rey se le resistió tanto al ponérsela en el ojal de la chaqueta al uruguayo que tardó casi dos minutos en hacerlo, pese al intento de socorro de la reina Sofía. «Te voy a tener aquí toda la mañana», bromeó el monarca con Iglesias. «Hay cosas que cuestan mucho», le respondió el ya ex secretario general iberoamericano.
Iglesias, de 83 años, fue el primero en ocupar la jefatura de la SEGIB, que nació en la Cumbre Iberoamericana de Salamanca, en 2005. El lunes dio el relevo oficial en la sede, en Madrid, a su sucesora, la costarricense Rebeca Grynspan.