Años lleva el conjunto asturiano del Sporting de Gijón navegando sin rumbo por la segunda división española. Si bien el año pasado se quedó a las puertas de entrar en playoffs la continuidad del proyecto era su mejor baza para hacer una muy buena temporada en la Liga Smartbank. El ascenso a la Liga de primera división es un evento clave en las webs deportivas como Sportium, donde los aficionados al fútbol disfrutan de una de las mejores competiciones de fútbol.
El Sporting de Gijón siempre comienza el campeonato de La Liga Smartbank como uno de los claros candidatos a ascender. Este año no era menos e incluso llegó a estar de líder y muchas semanas entre los cinco primeros.
Pero de forma inexplicable comenzó a bajar su juego y rendimiento, y las derrotas comenzaron a acumularse. David Gallego, el anterior entrenador, había hecho un buen equipo que seguía el rendimiento y juego de la temporada pasada, el entorno estaba muy contento e ilusionado por la continuidad del proyecto lo que se veía como una verdadera ventaja competitiva.
Tristemente el equipo asturiano comenzó a desinflarse de un modo incomprensible, el panorama es muy difícil de entender y el equipo está cada vez menos fuerte. A día de hoy lleva 4 derrotas consecutivas y con muy pocos signos de mejoría.
El Sporting de Gijón destituyó a David Gallego y fichó a José Luís Martí, y las cosas no han mejorado. El equipo está temeroso y muy blando en defensa y sigue una trayectoria que puede meter en graves problemas.
De momento se encuentra en el puesto anterior al descenso a tan solo 5 puntos, una derrota podría meterle a tiro de entrar en el puesto de descenso, una situación que puede ser un auténtico desastre para la entidad con dudas de poder afrontar la presión en esa situación.
Los fichajes de invierno tampoco están siendo importantes ni están resultando una mejoría para el juego ni el equipo.
Obviamente queda tiempo, 12 partidos en total 36 puntos para salir de la zona oscura en el que se encuentra. Pero las sensaciones son muy malas, la afición se encuentra en la tesitura del cansancio y la incomodidad con la directiva que puede ser clave para el descenso final del equipo.
De momento, el equipo debe de volver a confiar la confianza perdida y creer en sus posibilidades, una victoria puede ser balsámica. El siguiente partido es contra el Leganés fuera de casa, un partido que no invita a pensar en un resultado positivo. El equipo madrileño lleva sin conocer la derrota siete partidos y está siendo muy sólido en casa.
Pero no hay tiempo que perder, el Sporting necesita puntura lo antes posible para no entrar de lleno en el descenso y de verdad comenzar los verdaderos problemas.
¿Será capaz el Sporting de Gijón de cambiar su tendencia negativa? Esta es una de las preguntas que se podrá responder en las próximas semanas.