Madrid, 20 oct (dpa) – El Real Madrid encadenó hoy su tercera derrota consecutiva al perder 2-1 en casa ante el Levante y llevó su crisis a una nueva dimensión, con el técnico Julen Lopetegui tambaleándose cuando queda una semana para el clásico frente al Barcelona.
El equipo blanco marcó su primer gol desde el 22 de septiembre, poniendo fin a una racha negra de ocho horas sin ver puerta, pero no pudo evitar una nueva derrota en la Liga española de fútbol que deja muy tocado a Lopetegui.
A una semana del clásico ante el Barcelona, crecen los interrogantes en torno al futuro del entrenador. Según la Cadena Ser, el técnico se reunió hoy con el presidente Florentino Pérez tras el encuentro y se sentaría el martes en el banquillo ante el Viktoria Plzen en la Liga de Campeones.
«Los cambios de entrenador nunca son buenos para nadie. Es un poco ventajista. Hay que mantener la calma», pidió el capitán del equipo, Sergio Ramos. «Julen tiene el apoyo de todos sus jugadores y entre todos vamos a ver la manera de dar un vuelvo a todo esto».
Lopetegui se mostró optimista y aseguró que no piensa de ningún modo en la destitución. «Es en lo último en lo que estoy pensando. En lo que pienso es en recuperar anímicamente al vestuario porque no merecen este castigo y porque tenemos un partido importante en pocos días», afirmó Lopetegui. «La situación va a cambiar y el fútbol nos va a devolver lo que nos está quitando».
El partido, correspondiente a la novena jornada de la Liga, expuso buena parte de los males que asolan al actual campeón de Europa: no tiene un plan, sus jugadores no tienen confianza, su defensa regala, el ataque es inane y además la fortuna le es esquiva.
La primera parte ya expuso que este Real Madrid atraviesa un estado esquizofrénico y lleno de ataques de nervios. Y ni suerte tiene. El Levante se fue al descanso con dos goles a favor y dejando al Santiago Bernabéu oliendo a gasolina.
El modesto conjunto visitante marcó esos dos tantos, los del triunfo, en apenas 12 minutos. El peor escenario para un equipo en crisis, como es el Real Madrid. Raphael Varane se puso la camiseta rival y regaló los dos. El primero, a los siete minutos, lo marcó José Luis Morales tras contemplar la inacción del francés. Y el segundo lo hizo Roger al transformar un penal por mano de Varane.
Lo que siguió fue el enésimo ejercicio inútil del Real Madrid ante el gol. Sergio Ramos estrelló un balón en el palo, Mariano hizo otro remate a la madera, Oier sacó un balón imposible con Lucas Vázquez a un metro de la línea de gol, el VAR anuló un gol a Marco Asensio…
Muchos sucesos que hasta hicieron pensar en cuestiones esotéricas, pero lo cierto es que el Levante también pudo aumentar su rica renta aprovechando la enorme tensión con la que juegan los futbolistas del Real Madrid, todos ellos sin excepción muy alejados de un momento adecuado de forma. Lo contempló desde el banquillo un Lopetegui con la carta de despido cada vez más cerca del bolsillo.
El técnico blanco cambió al lateral Odriozola por Gareth Bale al descanso con un objetivo: hacer tres goles en 45 minutos. Todo un reto para un equipo que para entonces llevaba más de siete horas sin un tanto.
Especialista en convertir en héroes a los arqueros rivales, el Real Madrid se estrelló ante Oier, quien sacó dos remates venenosos de Bale. A falta de un plan futbolístico, el Real Madrid se dejó la piel en busca de un gol que ahora mismo es para él un Santo Grial.
No fue hasta el minuto 72 cuando llegó el tanto, obra de Marcelo tras una brillante jugada de Benzema. Ocurrió cuando el Real Madrid cumplía las ocho horas sin marcar un gol, toda una efeméride para un equipo como el blanco. Se quedó a 14 minutos de su récord histórico.
La brujería siguió a los 75 minutos con el tercer remate al palo del Real Madrid, esta vez de Benzema. Fue una forma perversa que tuvo el destino de decirle al equipo blanco que tampoco esta vez iba a vencer. Lleva ya cinco partidos sin ganar.
Así, entre infortunios y carencias, transcurrió otro partido rutinario para el Real Madrid: no ganó y eso ya dejó de ser noticia.
Tras nueve partidos disputados, el Real Madrid tiene un balance en Liga de cuatro victorias, tres derrotas y dos empates. Tiene 14 puntos y está quinto, pero podría caer mañana hasta la séptima posición dependiendo de otros resultados.
Lo único que le salva todavía es que sus grandes rivales, Barcelona y Atlético de Madrid, tampoco arrancaron la temporada con buenos resultados.
Por Alberto Bravo e Ignacio Encabo (dpa)