Ciudad del Vaticano, 20 mar (EFE).- El papa Francisco afirmó hoy que «el desempleo es la consecuencia de un sistema económico que ya no está capacitado para crear trabajo, porque ha puesto en el centro a un ídolo que se llama dinero».
En un discurso dirigido a los trabajadores de las acerías de la localidad de Terni, en la región central italiana de Umbria, el pontífice añadió que «el trabajo es un bien de todos y tiene que estar disponible para todos», y defendió «la dignidad de llevar el pan a casa».
Francisco instó a los sectores políticos, económicos y sociales a que favorezcan una economía basada en la «justicia y la solidaridad» que garantice a todos «la posibilidad de desarrollar un trabajo digno».
El papa destacó que cuando habla con desempleados le confiesan sobre todo su dolor por «no poder llevar el pan a casa» y es que -agregó Francisco- «si falta el trabajo la dignidad del hombre resulta herida».
También denunció que los parados corren el peligro «de quedarse en los márgenes de la sociedad o ser víctimas de la exclusión social».
En este sentido, Francisco lamentó que los jóvenes pueden «caer en el desánimo crónico, o peor, en la apatía» e instó a todos a «no perder la esperanza» ni dejarse llevar «por el pesimismo».
El papa aconsejó para esta grave crisis «creatividad» y «solidaridad».
«La creatividad de los empresarios y artesanos valientes que miran al futuro con confianza y esperanza y la solidaridad de todos los componentes de la sociedad que renuncian a algo, adoptando un estilo de vida más sobrio para ayudar a quienes lo necesiten», dijo.