Madrid/Mónaco, 17 sep (dpa) – El Atlético de Madrid iniciará mañana en Mónaco la «Operación Wanda», que tiene por objetivo acometer el asalto a la ansiada final de la Liga de que Campeones que se celebrará en su estadio.
El club rojiblanco emprendió el proyecto más ambicioso de toda su historia con el reto no sólo de competir en el máximo torneo continental, sino de ganar su primera Copa de Europa después de perder las finales de 1974, 2014 y 2016. Sólo así se explica el esfuerzo que hizo por retener a Antoine Griezmann y contratar futbolistas como Thomas Lemar, Rodrigo, Santiago Arias, Gelson Martins y demás.
Sin embargo, el proyecto mostró ya sus primeras fisuras cuando apenas transcurrió poco más de un mes de temporada. En la Liga española no sólo cosechó cinco puntos en cuatro jornadas, quedando ya a siete unidades del Barcelona, sino que evidenció tremendos problemas para generar fútbol.
El último choque fue una prueba evidente. Empató 1-1 ante el Éibar en su propio estadio con un gol en el descuento del debutante Borja Garcés y su técnico, Diego Simeone, tuvo que escuchar silbidos por algunas de sus decisiones.
Ahora la Liga de Campeones le ofrece al Atlético una oportunidad de redención, aunque un mal resultado en Mónaco podría abrir serias heridas después de que la prensa calificara ya como «mini-crisis» el momento actual de los rojiblancos.
«Está en cada uno ver cÓmo están las situaciones, pero yo la veo más positiva que negativa», manifestó Simeone tras el empate ante el Éibar en un intento de transmitir optimismo.
Lo cierto es que el conjunto rojiblanco tiene motivos para mostrar confianza en un futuro mejor a corto plazo. Por ejemplo, el Mónaco arrastra otra situación difícil, pues apenas sumó cinco puntos en cinco jornadas de la Liga francesa y está en la zona baja de la clasificación.
Borussia Dortmund y Brujas son los dos otros dos enemigos del Atlético en el Grupo A de la Liga de Campeones, por lo que al equipo de Simeone le vendría muy bien conseguir un triunfo en Mónaco. Y más teniendo en cuenta lo que le ocurrió la pasada temporada, cuando cometió más distracciones de las que permite este torneo y quedó eliminado en la fase de grupos contra todo pronóstico.
El Atlético necesita mucho más de Griezmann, quien todavía no marcó esta temporada. Y lo mismo pasa con Diego Costa, otro delantero de categoría con la pólvora mojada.
Se espera que Simeone recupere para la cita a Lucas Hernández en el lateral izquierdo y proponga un centro del campo con Thomas, Koke, Saúl Ñíguez y Thomas Lemar para intentar revertir la situación actual.
El Mónaco ya no es aquel equipo que causó conmoción hace dos años al alcanzar las semifinales de la Liga de Campeones. Una temporada más, volvió a vender a sus mejores futbolistas, entre ellos el propio Lemar, y sus aspiraciones cotizan a la baja.
Su figura más notable es el colombiano Radamel Falcao, quien dejó huella durante su etapa en el Atlético de Madrid. Y Samuel Grandsir es una de las jóvenes esperanzas del conjunto monegasco.
Con todo ello, el Atlético aparece como claro favorito para llevarse un triunfo que necesita. No sólo para empezar con fuerza la «Operación Wanda», sino para recuperar las sensaciones perdidas a partir de la conquista de la Supercopa de Europa ante el Real Madrid.
Por Alberto Bravo (dpa)