Madrid, 7 jul (dpa) – El Atlético de Madrid, actual campeón de la Liga española, comenzó hoy sus entrenamientos de pretemporada con 24 jugadores, entre ellos los brasileños Filipe Luis y Joao Miranda, y con un saco de dudas sobre el futuro de estos y otros jugadores.
A la primera cita con el trabajo faltaron los futbolistas que estuvieron en el último Mundial, como son los españoles Koke Resurrección y Juanfran Torres, los uruguayos Diego Godín, José María Giménez y Cristian Rodríguez y los belgas Toby Alderweireld y Thibaut Courtois. Por este motivo, el técnico argentino Diego Simeone recurrió a siete futbolistas de las categorías inferiores para completar la sesión inicial, que duró 75 minutos.
Fue la primera toma de contacto de los rojiblancos tras finalizar la temporada anterior el 24 de mayo, cuando jugaron la final de la Liga de Campeones ante el Real Madrid, finalizada con triunfo de los blancos por 4-1. Una semana antes conquistaron la Liga española, su primera desde 1996.
El magnífico e inesperado éxito de la temporada del Atlético proyectó un problema a corto plazo: sería difícil mantener el bloque campeón. Y así está sucediendo.
Tres fueron los primeros futbolistas en bajarse del campeón: el delantero hispano-brasileño Diego Costa, su gran estrella, se fue al Chelsea, donde también se reencontrará con el portugués Tiago. Y David Villa aceptó una oferta millonaria del New York City estadounidense.
El siguiente en marcharse será Courtois, salvo sorpresa inesperada. Sus derechos pertenecen al Chelsea, cuyo técnico, José Mourinho, ya anunció hace semanas que existía «cero posibilidad» de que el arquero belga siguiese cedido en el Atlético.
Además, también se da por segura la salida de Cristian «Cebolla» Rodríguez, quien a finales de temporada aseguró que iba a buscar equipo ante la falta de minutos.
Las grandes incógnitas en estos días son Filipe Luis y Miranda, quienes no aceptaron las propuestas de renovación, cosa que sí hicieron los españoles Koke y Gabi.
Es un problema mayor para el Atlético, pues la pasada temporada los dos brasileños fueron dos de los futbolistas básicos en el esquema de Simeone, tan fiado a su férrea defensa.
«El Atlético no vende. El que quiera irse, que pague la cláusula», aseguró recientemente su presidente, Enrique Cerezo. Es lo que hizo Costa.
Y ahora el club rojiblanco teme que ocurra lo mismo con Filipe Luis, quien ya manifestó públicamente durante sus vacaciones que desea abandonar la nave rojiblanca al existir ofertas. Y con Miranda ocurre algo similar.
El Atlético de Madrid, inmerso en una gran deuda que debe ir amortizando año a año, no puede competir con los clubes más millonarios de Europa, que ofrecen grandes sueldos a los jugadores, cifras a las que no puede llegar el campeón de España.
Lo siguiente que deberá hacer el Atlético es acertar con los recambios. Busca dos delanteros y un arquero como prioridades. Pero su lista se extenderá si Miranda y Filipe Luis abren la puerta de salida.
Sin embargo, Simeone parece bastante menos inquieto que sus hinchas y confía en el buen ojo que el Atlético mostró la última década para fichar.
«Se fue (Sergio) Agüero y muchos se asustaron, pero llegó (Radamel) Falcao y el equipo ganó lo que ganó. Luego se fue Falcao y parecía que no se podía mejorar. Llegó Costa y siguió creciendo. El Atlético siempre se ha manejado muy bien con los recambios que han tenido y esperemos que en esta oportunidad suceda lo mismo», afirmó en «goal.com».
El plantel permanecerá hasta el jueves en Madrid antes de viajar a la tradicional concentración de pretemporada en la localidad segoviana de Los Ángeles de San Rafael, donde se entrenará hasta el 23 de julio. Ese día disputará su primer amistoso frente al Numancia en El Burgo de Osma, en la provincia de Soria.
Después, jugará otros seis encuentros de preparación: el 27 de julio frente al San José Earthquakes en San Francisco; el 30 de ese mes contra el América de México en el estadio Azteca; el 6 de agosto ante el Galatasaray en Esmirna; el 10 contra el Wolfsburgo en Alemania; y el 15 y 16 en el Trofeo Carranza de Cádiz.
Por Alberto Bravo