MADRID (dpa) – Puntualmente para el Día del Libro sale a la venta en España y por Internet «El armario de acero. Amores clandestinos en la Rusia actual». Esta antología de relatos y poemas de autores homosexuales rusos es la primera aventura de Dos Bigotes, una nueva editorial especializada en temática LGTBI (lesbianas, gays, personas transgénero, bisexuales e intersexuales) con vocación de llegar a todos los públicos.
«El armario de acero» reúne a casi una veintena de escritores y escritoras rusos contemporáneos que hasta ahora no habían sido traducidos al español, como Vadim Kalinin, Margarita Meklina o el joven Sergei Finogin, de 24 años. Gonzalo Izquierdo y Alberto Rodríguez, artífices de Dos Bigotes, se lanzaron a la tarea de seleccionar los textos para este libro prácticamente a la par que en Rusia se aprobaba la ley contra la «propaganda homosexual» impulsada por el presidente Vladimir Putin.
«Pretendemos ofrecer una visión diferente (de la situación en Rusia), que puede ser más efectiva, porque pones nombres y apellidos y caras a los conflictos que estás acostumbrado a ver de manera más distanciada», explica Izquierdo.
Para hacer realidad «El armario de acero», esta pareja de periodistas treintañeros de Madrid recurrió al poeta y crítico ruso Dmitry Kuzmin, que reúne a un importante grupo de escritores gays y lesbianas residentes en Rusia o exiliados por motivos políticos. Kuzmin, también autor del prólogo, fue quien les hizo llegar los textos y el contacto de los autores, que cedieron sus derechos para el libro.
«Todos estaban encantados de hacer algo y más en este momento, tal y como está la cosa en Rusia», afirma Rodríguez. «Es una forma de denunciar la situación allí y sobre todo de mostrar una realidad que por mucho que se empeñen en esconder, existe y está muy viva».
«Desde la epoca de Stalin la homosexualidad ya era perseguida en Rusia. Estaba vista como una enfermedad traída por el fascismo y por los occidentales y siempre ha estado en el poso de la mentalidad rusa este ‘odio’ a la homosexualidad», recuerda Rodríguez. «Lo que más choca es que una ley así sea promulgada a estas alturas por un país muy occidentalizado».
Pero además de la temática homosexual y la actualidad rusa, los textos «tienen mucha fuerza literaria», destaca Izquierdo. «Son exigentes con el lector, plantean desafíos narrativos, utilizan muchas técnicas de literatura de vanguardia, flujo de conciencia (…) quizás por eso tienen un valor añadido que como lector occidental, o conoces mucho la literatura rusa o te sorprende».
Y es que el objetivo de Dos Bigotes es «llegar a todo tipo de lectores y trascender la barrera que hasta ahora han puesto algunas editoriales especializadas», que colocaban los libros de temática gay y lésbica en la sección de literatura erótica. «El principio es que la temática sí que sea LGTBI, pero con intención de que llegue a todo el público. Nuestro principal handicap es que un lector heterosexual se atreva a leer literatura gay o lésbica».
Esa es la principal novedad que Rodríguez e Izquierdo quieren aportar al sector editorial, un mundo que ya les atraía desde hace tiempo pero en el que decidieron sumergirse de lleno cuando ambos se quedaron sin trabajo, en medio de la crisis económica.
«No teníamos un plan B, somos periodistas y no nos planteábamos buscar trabajo porque creemos que no lo hay», reconoce Rodríguez. Aun así, Dos Bigotes no ha nacido «a lo loco, sino que ha sido algo meditado», fruto de la convicción de que hay un hueco en el mercado que se puede llenar. «Y también porque creemos en el valor de la literatura como transformador de la sociedad, para superar barreras y prejuicios», explican.
Aunque su primer libro sale a la calle apenas medio año después de haberse puesto manos a la obra, Rodríguez e Izquierdo reconocen que España no pone facilidades a la hora de abrir una empresa. «Tampoco hay casi ayudas. Hay subvenciones para las editoriales que llevan funcionando dos años, es un poco un sinsentido, porque cuando más hace falta es para empezar».
Todo lo contrario que fuera de España: en países como Eslovenia, Suecia, Holanda o Bélgica hay ayudas a la traducción o a la impresión, como han podido comprobar estos jóvenes editores cuando se han puesto en contacto con instituciones y librerías extranjeras.
Quienes sí se han volcado con su proyecto son los 12 escritores homosexuales españoles a los que han pedido colaboración para una antología que verá la luz en octubre. Autores tan conocidos como Eduardo Mendicutti, Vicente Molina Foix o Luisgé Martín escribirán para Dos Bigotes relatos ambientados en contextos de la sociedad o la cultura española tradicionalmente machistas, como la Iglesia, el Ejército, los toros o el fútbol, donde la homosexualidad está muy oculta.
Pero antes saldrán a la venta, entre otros, la antología africana «Los deseos afines» o «Imre: una memoria íntima», la obra de Edward Prime-Stevenson que marcó un punto de inflexión en la literatura anglosajona al tratarse la primera novela de temática homosexual con un final feliz.
Para un futuro próximo queda el salto al libro digital, la apuesta por la novela gráfica, una posible antología de escritoras lesbianas españolas y el salto a América Latina en una doble vertiente: consiguiendo allí un distribuidor y publicando a autores latinoamericanos.
Por Laura del Río