Diciembre es, por tradición, el mes en el que se hace un repaso de lo que se ha hecho en el año y de lo que se pretende poner en marcha en el siguiente.
Planes laborales, dedicarse más tiempo o ponerse en forma forman parte del imaginario colectivo estos días. Sin duda, si hay un trio que no falla es el dejar de fumar, adelgazar y sacar más tiempo para pasar en familia o con amigos.
Luego enero comienza con ganas, pero sin duda, Febrero hace que comiencen las bajas en los gimnasios tras el furor de las matrículas de enero.
Levantarse del sofá y ejercitar, aunque sea un rato a la semana, puede ser mucho más sencillo de lo que parece. Basta con tener un poco de fuerza de voluntad. ¿Por dónde empezar?
3 deportes para levantarte del sofá
Se trata de empezar con algo que vaya, a un ritmo razonable, mejorando la capacidad poco a poco para no desmotivarse a la primera de cambio.
Hay tres deportes que pueden ayudar a comenzar de verdad enero moviéndose: andar, yoga y pilates.
Arrancar a caminar es siempre un buen plan. No se necesita gran desembolso, se puede hacer en cualquier momento y en cualquier entorno. Según se ha demostrado, además, sumar al final de la semana hora y media de caminata mejora las conexiones neuronales y oxigena el cerebro, algo que también ayuda a relajar el estrés y enfrentarse de otra forma a la rutina. Pese a que muchos no podrán tener la oportunidad de practicarlo por la naturaleza, las calles de una ciudad son también perfectas, como los grandes espacios verdes urbanos, para desgastar zapatilla.
El yoga, aunque sigue vigente la polémica de si es deporte o no, lo cierto es que nació más con la intención de cultivar el bienestar interno que con la faceta de tonificar el cuerpo. Para muchos el frenar y escuchar al cuerpo es uno de los mejores momentos de la semana. El equilibrio que busca esta disciplina entre cuerpo, mente y espíritu se ha convertido en una moda que perdura ya que se puede practicar tanto dentro como fuera de un recinto. Además, la flexibilidad que se consigue poco a poco también es un aliciente para seguir adentrándose poco a poco en sus movimientos.
Finalmente, hablar de pilates es hacerlo de una de las clases más demandadas en los gimnasios y polideportivos. Aunque parezca que mucho tiene que ver con movimientos de taichi o yoga, lo cierto es que sus rutinas ayudan a tonificar el cuerpo, mejorar su elasticidad, corregir posturas y relajarse hasta conseguir mejorar incluso la concentración. Quizá es la unión de la parte más espiritual de las disciplinas orientales con la parte más física y tonificadora de las occidentales.