(dpa) – Uno resopla, el otro hacer rechinar los dientes, al tercero le salta la vena… cuando el ambiente de trabajo es tenso, las emociones no tardan en aparecer y la incomodidad es permanente. ¿Cómo evitar que se generen ese tipo de atmósferas tóxicas en el ámbito de trabajo?
El aire tenso no sólo perjudica la salud mental de los empleados, sino también la productividad, y tomar medidas de «cohesión grupal» no siempre son la mejor solución. Al menos eso es lo que cree Jan Schaller, especialista en estos temas. Schaller dice que hacer una salida de rafting en equipo no cambiará para nada la situación.
Según el especialista, es mucho más importante tener en cuenta que cada paso que se da en la empresa es crucial para el ambiente de trabajo. Cuando uno va a contratar a alguien nuevo, es primordial intentar imaginarse si cuadrará en el conjunto general.
También hace una gran diferencia cultivar el feedback, tanto de un lado como del otro. Es fundamental que los empleados tengan a quién recurrir cuando sientan algún roce en el equipo o que haya algún tipo de caja anónima en la que puedan dejar alguna nota. Todos tienen que poder exponer claramente sus necesidades o problemas, sea por una vía u otra.
El perfil de los superiores o jefes también es fundamental. Schaller advierte que es importantísimo no evaluar a los candidatos únicamente por sus aptitudes específicas o científicas para el puesto, sino tener en cuenta cómo se maneja con otras personas y si tienen un buen modo de evaluar a los integrantes de un grupo o una situación.
Otra cualidad fundamental para ser líder de equipo es saber escuchar, porque quienes tengan a cargo un grupo tendrán que estar comunicándose y dándoles feedback a los integrantes del equipo permanentemente. Es el único modo de lograr un buen funcionamiento para todos.