(dpa) – Al cortar una cebolla, el primer tajo no nos afecta, pero al segundo y al tercero ya nos pican los ojos. ¿Cómo evitar que se nos salten las lágrimas mientras cocinamos?
El Centro Federal de Nutrición (BZfE) de Alemania aconseja utilizar un cuchillo especialmente afilado al cortar cebollas. Esto se debe a que se dañan menos células, lo que garantiza que se segreguen menos sustancias irritantes.
El hecho de que acabemos llorando al cortar cebollas se debe a dos sustancias de esta hortaliza: la isoalina y la alinasa. Estas se encuentran cuando se destruyen las células de la cebolla. El resultado: un compuesto químico que pica en los ojos.
Así es como la cebolla intenta protegerse de los depredadores, como escribe el centro oftalmológico berlinés Kuratorium Gutes Sehen en su portal «seh-check.de».
Pero hay otros trucos que se pueden probar. Sumergir brevemente el cuchillo, la tabla de cortar y la cebolla en agua fría antes del primer tajo, por ejemplo. Según «seh-check.de», esto liga las sustancias irritantes.
Otra cosa que puede ser útil, según el portal, es llevar gafas al cortar cebollas, ya que así se protegen los ojos, algo que también se produce cuando se llevan lentes de contacto.
Es bueno saber que incluso la variedad puede marcar la diferencia al cortar cebollas. Las chalotas o escaloñas, por ejemplo, son más suaves e irritan menos los ojos al cortarlas que la cebolla clásica de piel marrón.