Debido a la pandemia de Covid 19 se han ido imponiendo diferentes restricciones a la movilidad de los ciudadanos.
Muchas de esas restricciones han afectado los desplazamientos de los empleados hacia sus lugares de trabajo, obligando a hacer uso de la modalidad teletrabajo.
Ante esta situación, numerosas empresas de diferentes rubros y tamaños, que no contaban con esa variante como una modalidad de cumplimiento de labores, han tenido que adaptarse.
Pero esa adecuación no fue planeada, programada, diagramada. Fue de un golpe. De un día para el otro surgió esta necesidad de cumplir con las normativas estatales y posibilitar a los empleados trabajar desde sus hogares.
No hubo opciones.
Las grandes empresas, con departamentos enteros dedicados a la gestión de los recursos humanos, pasaron más airosas por ese trance. Cuentan con más herramientas, más personal, más alternativas. No fue sencillo, pero fueron capaces de enfrentar la situación con más cintura.
En cambio, las empresas medianas y las pequeñas, con menos cartas en la mano, sufrieron el embate del teletrabajo forzado y le hicieron frente como pudieron.
Por estos días, con varios meses de haber transitado estas modalidades de trabajo a distancia, con segundas, terceras y vayamos a saber cuántas olas más de contagios tendremos por delante, está claro que organizarse es una necesidad imperiosa.
Porque ya no es momento de improvisar, de ir solucionando problemas a medidas que surgen y seguir aguantando hasta que pase el temblor.
Este es el tiempo de ordenar las tareas de cada uno, para poder diseñar los proyectos para el futuro y planificar el crecimiento.
Para facilitar estos procesos, y llevarlos a cabo con eficiencia, Penta Group pone a disposición su método Gap-Mapping.
Una metodología de vanguardia que a través del análisis, el diagnóstico y la reingeniería de los equipos de trabajo, logra mejorar el funcionamiento de la empresa en su conjunto.
Es aplicable a todas las empresas, cualquiera sea su actividad y su tamaño.
Su innovadora propuesta parte del análisis de las habilidades innatas de cada uno de los colaboradores.
Son capacidades que en su mayoría permanecen desapercibidas para sus portadores, pero que al ser reveladas y exploradas ofrecen un auténtico abanico de posibilidades.
A partir de allí, se distribuyen las tareas a desarrollar teniendo en cuentas estas capacidades. Como consecuencia, los trabajadores se sienten a gusto cumpliéndolas, porque su desempeño no es forzado ni impuesto, es natural. Se identifican con sus obligaciones.
Las actividades se ejecutan de manera correcta y en los tiempos previstos.
La convivencia, sea física o telemática, mejora en forma notable. Nadie intenta cubrir un puesto que no le pertenece, porque cada individuo se siente realizado en su desafío personal, todos los días.
A su vez el líder también recibirá formación para cumplimentar sus ocupaciones de acuerdo con sus propias habilidades, y para delegar con sabiduría las responsabilidades en las personas correctas.
Aprende a encomendar con eficiencia, y eso le permite enfocarse en la gestión. Será capaz de planificar y proyectar, contará con el tiempo y las herramientas para realizarlo.
Como vemos, el trabajo a distancia ya no es un impedimento para el crecimiento de una empresa. Si contamos con información fehaciente, que nos permite hacer los movimientos del personal precisos, los resultados serán asombrosos.
Aunque tengamos que continuar con la modalidad de teletrabajo, podremos estar tranquilos de que el organigrama confeccionado como consecuencia de la reingeniería aplicada, es efectivo.
Los colaboradores crecen en sus puestos, desarrollan sus aptitudes, disfrutan llevando a cabo sus labores.
El rendimiento de los esfuerzos se multiplica de manera exponencial, y todos los recursos se aprovechan al máximo. Te olvidas de forzar desvíos para cubrir urgencias.
Es una excelente noticia para todas las empresas. Sólo resta reservar una llamada en respuesta con Penta Group y acordar una entrevista.