(dpa) – A veces vemos sobre las hojas una capa blanca, como si fuese un poco de harina, o vemos que aparecen manchas amarronadas o amarillentas y no sabemos qué hacer. Muchos amantes de las plantas se desconciertan frente a las anomalías sin saber que el oidio, el mildiu o la negrilla son algunos de los aproximadamente 100.000 hongos que pueden afectar a las plantas de jardín. ¿Cómo protegeerlas?
La Asociación de Protección de la Naturaleza de Alemania, conocida por las siglas Nabu, recomienda remedios caseros como la leche diluida o una especie de caldo de cebolla.
Otro de los consejos secretos consiste en el caldo de cola de caballo o una infusión de ortiga. Todas estas pócimas pueden aplicarse en forma preventiva o cuando la enfermedad ya está muy distribuida sobre las hojas.
No rociar al sol, ni bajo la lluvia
Nabu recomienda rociar las plantas en días nublados y secos porque la luz del sol puede quemar la planta. La lluvia, a su vez, no permitiría que las pócimas actuaran porque las lavaría ni bien caen sobre su superficie.
Si uno poda o retira las hojas y ramas más afectadas por el hongo, no debería dejarlas sobre la tierra o con los residuos orgánicos sino tirarlas en la basura común para evitar que los hongos persistan y generen nuevas infecciones al reutilizar el compost.
Evitar la humedad
También se recomienda no regar las plantas desde arriba para fomentar que las hojas siempre estén secas. Si están permanentemente húmedas, aumenta el riesgo de que contraigan hongos.
Además, los jardineros deberían estar atentos para que las hojas de sus plantas no estén demasiado próximas unas de otras. Podarlas con regularidad hace que se ventilen más y se sequen mejor cuando se mojan.
Otros productos
Hay quienes observan con cierto escepticismo los remedios caseros, como el Centro alemán de Tecnología Agraria Augustenberg (LTZ), que asegura que no se bueno abusar de ese tipo de recursos que no han sido estudiados en relación con cómo afectan el medio ambiente.
El LTZ recomienda, por el contrario, comprar productos preparados en base a vinagre o ácido nonanoico en cualquier tienda especializada.