Oviedo, 7 feb (EFE).- El presidente de Foro Asturias y ex secretario general del PP, Francisco Álvarez-Cascos, ha asegurado hoy que no necesita ningún testimonio para «desmentir rotundamente» el informe de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal de la Policía Nacional (UDEF) que le identifica como intermediario para la trama Gürtel.
Cascos ha hecho estas declaraciones a los periodistas en los pasillos de la Junta General del Principado, que celebra hoy el primer pleno del actual periodo de sesiones, al ser preguntado sobre las declaraciones efectuadas ayer por letrado Miguel Durán, que defiende al presunto número dos de la trama Gürtel, Pablo Crespo.
Durán afirmó que las siglas «PAC» de la persona que supuestamente recibió comisiones de la red no corresponden a Francisco Álvarez Cascos, sino al supuesto cabecilla de la red, Francisco Correa.
«No necesito ningún testimonio para sostener mis afirmaciones. Mi palabra es suficiente», ha subrayado Álvarez-Cascos, que ha incidido en que «lo absurdo de las suposiciones de otros es el elemento más contundente de descrédito de las conclusiones de informe de la UDEF».
Ha añadido que los testimonios que pueda hacer cada uno «pertenecen a la convicción con que cada uno defiende sus intereses» y que los suyos los defiende con su palabra frente a los testimonios injuriosos y calumniosos de otros.
En sus declaraciones, ha vuelto a censurar el informe de la UDEF porque, según ha asegurado, se basan en «conjeturas absurdas que concluyen suposiciones falsas».
Ha afirmado que él no tiene que hacer ningún cambio en el camino iniciado el lunes, cuando encargó a un despacho de abogados que estudiase la defensa de su honorabilidad frente a las «acusaciones injuriosas» de ese informe policial, pero que sí deberían rectificar otros que han aprovechado esta cuestión para intentar destruir a un adversario político.
En su opinión, el primero que debería hacerlo es el presidente del Principado, el socialista Javier Fernández, que tras conocerse el informe de la UDEF aseguró que» es un asunto serio por quien lo propone, que es nada menos que la Policía», y también porque «estamos hablando de sobornos a un representante público».
Fernández y otros dirigentes socialistas y populares «están obligados a rectificar el método de las calumnias como instrumento para hacer confrontación política e intentar destruir al adversario», ha subrayado Álvarez-Cascos.