La cantante Carrie Underwood fue uno de los rostros más destacados en una gala solidaria organizada en Nueva York por dos organizaciones muy vinculadas a la industria discográfica, la T.J. Martell Foundation y el colectivo Music’s Promise for a Cure. Como buena representante que es del actual panorama musical, la vocalista deslumbró al resto de invitados con un brillante vestido azul que potenció su lado más angelical.