(dpa) – Los eczemas que los caballos sufren durante el verano se deben a que son alérgicos a la saliva de los insectos que les pican. Por ello es muy importante mantener alejados a los equinos de posibles focos de insectos.
Los tratamientos y protecciones específicos contra los eczemas son la mejor medida, según detalla la revista ecuestre alemana «St. Georg» en su número de agosto.
Insecticidas en aerosol, cremas o aceites que mantengan la piel flexible también son una ayuda. Sin embargo se debe comprobar de antemano si su aplicación es recomendable cuando el caballo tiene heridas abiertas en la piel.
Los pastos cerca de aguas estancadas están prohibidos en estos casos, porque los insectos desovan en este tipo de hábitat y rara vez se alejan a unos cientos de metros del lugar de cría.
Los pastos donde el viento sopla con frecuencia son más adecuados, debido a que los insectos más pequeños evitan ambientes tan movidos.
Los mosquitos incrementan su actividad al atardecer, por lo que el mejor momento para que los caballos paseen es una hora después del amanecer o una hora antes del atardecer.
Para evitar que otros insectos se instalen en las heridas y retrasen el proceso de curación, se debe poner especial atención en la limpieza de los prados en que se mueven y de los establos.