Haciendo gala de su condición de princesa del pop, Britney Spears estuvo a la altura de su estatus en el mundo de la música al darse un baño de multitudes tras su entrevista en los estudios londinenses de la BBC. Plenamente consciente de la gran expectación que genera en toda aparición pública, la cantante ofreció toda una muestra de madurez con un elegante abrigo de color camel, gafas de sol y un peinado lo más cuidado posible.